Barcelona quiere remunicipalizar los cines Lauren de Sant Andreu: La Cinètika, en riesgo de desalojo

Barcelona quiere remunicipalizar los cines Lauren de Sant Andreu: La Cinètika, en riesgo de desalojo GOOGLE MAPS

Sant Andreu

Barcelona quiere remunicipalizar los cines Lauren de Sant Andreu: La Cinètika, en riesgo de desalojo

El Ayuntamiento de Barcelona estudia reapropiarse del espacio, okupado y reconvertido por entidades del tejido asociativo del barrio

Publicada

Los habitantes del distrito de Sant Andreu de Barcelona que tengan cierta edad recordarán sin dudas los cines Lauren. Las emblemáticas salas pasaron casi 10 años, desde 2002, ofreciendo entretenimiento con su cartelera en constante renovación hasta que, en 2011, proyectaron su última película.

Los cines quebraron y se cerraron e incluso hubo un conflicto con los trabajadores porque Lauren Films se negaba a pagar lo que les debía y llevó a cabo un ERE. Los trabajadores se encerraron en el recinto.

Remunicipalización

Hoy en día, las salas llevan unos 13 años cerradas y el edificio está en manos de entidades bancarias. Pero el Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto remunicipalizar el espacio, recuperando el edificio mediante la compra a los actuales propietarios.

Junts y PSC acordaron a inicios de octubre adquirir de nuevo el edificio --levantado sobre suelo municipal-- con el fin de darle una nueva vida como equipamiento cultural. Pero lo cierto es que, desde hace casi una década, ya ejerce como tal debido a la presencia de La Cinètika.

Espacio okupado y autogestionado

Corría el abril de 2016 cuando individuos y entidades del tejido asociativo del barrio barcelonés decidieron okupar los cines, abandonados por años, para hacer un espacio de reunión, talleres y cines.

En su interior se siguen proyectando películas. Si bien no son las últimas novedades, es un rincón al que acceder a cine de autor y de culto, clásicos cinematográficos o propuestas alternativas a las salas convencionales. Se trata casi de una institución ampliamente conocida por los habitantes de Sant Andreu.

Movilización contra el desalojo de La Cinètika / LA CINÈTIKA

Movilización contra el desalojo de La Cinètika / LA CINÈTIKA

Hogar de asociaciones

Pero La Cinètika se ha convertido también en un espacio con gimnasio autogestionado y en el que se hacen charlas y talleres sobre veganismo y feminismo, entre otras cuestiones. Es, también, el espacio de encuentro de otras asociaciones como el Sindicat d'Habitatge del barrio.

"Poner orden"

Ahora, su continuidad ha quedado en el limbo. Preguntados por Metrópoli, Junts aboga por legalizar la situación de este espacio. "En Sant Andreu vamos faltos de espacios culturales y la idea es iniciar los trámites para recuperar el derecho de superficie".

"A través de una gestión cívica del espacio se aportaría seguridad jurídica al mismo", considera.

Mural de La Cinètika de Sant Andreu

Mural de La Cinètika de Sant Andreu Facebook La Cinètika

Y, ¿qué pasará con las salas autogestionadas?, desde el partido liderado por Jordi Martí explican que todavía no hay un proyecto claro. Una opción interesante, ponderan, sería la de "ampliar el aledaño Teatro de Sant Andreu (SAT) e incluso hacer nuevos espacios de ensayo para teatro amateur".

No obstante, no cierran la puerta a que las asociaciones del espacio continúen con su labor. "Puede haber una gestión cívica. Si el colectivo que lleva La Cinétika se quiere presentar a un concurso público, son libres de hacerlo, pero tiene que haber un orden", señalan.

El gobierno guarda silencio

Por otro lado, desde el PSC se ha rechazado hacer declaraciones que respondan a las preguntas formuladas por este digital. No obstante, ante el ruego presentado por Junts en la Comisión del Distrito de Sant Andreu del 8 de octubre, el gobierno municipal ya se pronunció al respecto.

"La dirección de patrimonio está trabajando en la hoja de ruta que permita recuperar el derecho de superficie de los antiguos cines Lauren que actualmente están en manos de distintas entidades bancarias. El ruego queda aceptado", expusieron.

Con todo, se trata de una cuestión que, por el momento, permanece en estado embrionario. No hay fechas en el calendario ni se ha planteado cómo se interactuará con las entidades que utilizan el recinto. 

Todavía quedan flecos por resolver. No obstante, todo apunta a que las instalaciones podrían remodelarse a la vez que se echaría a las asociaciones y personas que hacen hoy en día usufructo de las mismas.