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Eric cumpliría 26 años el próximo 13 de enero. Era un joven, en palabras de su familia, muy bueno y cariñoso. Vivía con su novia de toda la vida con la que también planeaba casarse y viajar a Canarias a finales de este año. Visitaba casi todos los días a su abuela al salir de trabajar. Y era los ojos, manos y pies de su padre, que se quedó ciego en 2022.

Pero una banda organizada lo mató el pasado 30 de septiembre en un edificio del barrio de Bon Pastor. "Era nuestro ángel y nos lo han arrebatado". Lo explican con el corazón roto a Metrópoli su padre y su abuela, Javier y Caridad. Ambos han decidido conceder su primera entrevista a este medio para que se sepa la verdad de lo ocurrido. También para honrar la memoria de Eric, al que aseguran que engañaron ese fatídico día.

Javier, padre del joven Eric, asesinado en el Bon Pastor GALA ESPÍN Barcelona

Muy "trabajador"

Eric trabajaba en el sector inmobiliario desde hacía años. Vendía y alquilaba pisos y no le iba mal. "Había días que llegaba a enseñar 40 casas", relata su abuela, de 78 años. "Trabajaba mucho. Hacía su faena y la de su compañero", asegura la anciana, que comía casi todos los días con su nieto.

El joven se movía en moto porque su trabajo lo obligaba a desplazarse por toda Barcelona. Entraba y salía de casa de su novia, con la que convivía, varias veces al día. Llegó incluso a pedir un aumento de sueldo por la sobrecarga laboral, pero su jefe solo le ofreció cubrir los gastos de la gasolina.

Por eso, Eric encontró una segunda línea de ingresos. Una afición que le proporcionaba un pequeño extra: la compraventa de oro y joyas.

Eric Cabrera, el joven asesinado en Bon Pastor CEDIDA

Compraventa de oro y joyas

Javier Cabrera estaba al tanto del "hobby" de su hijo. "Eric conocía al propietario de una joyería de La Rambla. De vez en cuando, le daba alguna chatarra o anillo que luego él revendía para sacarse un dinero". Lo hacía a través de plataformas como Wallapop o en Cash Converters. Así el joven se ganaba unos cientos de euros más.

Pero su padre siempre le advertía. "Le decía que no acudiera a los sitios solo. Que fuera acompañado de su hermano o de algún amigo porque nunca sabes lo que te puedes encontrar". 

Una cadena de oro Versace

A mediados de año, Eric decidió vender su cadena de oro Versace. "Siempre la llevaba puesta", afirman ambos familiares. Pero necesitaba el dinero, así que la puso a la venta por Internet. 

En julio, durante un cumpleaños familiar, Eric se ausentó con su hermano para quedar con unos potenciales compradores. Un encuentro infructuoso porque la venta no se produjo. "Pero estamos seguros de que son los mismos que lo mataron en septiembre", afirma su padre Javier.

Javier y Caridad, padre y abuela del joven Eric, asesinado en el Bon Pastor GALA ESPÍN Barcelona

Un capricho

Al parecer, los interesados en la cadena pertenecían al mismo grupo que atacó brutalmente a Eric el pasado 30 de septiembre. Una banda organizada, describen su padre y su abuela, que preparó muy bien el atraco.

Javier y Concepción ponen la mano en el fuego por ello. "Fue la pareja del tal Juanito la que se encaprichó de la cadena de Eric. Y desde ese día de julio en el que se vieron, no paraban de llamarlo y de insistirle para que se la vendiera", remarcan ambos familiares. 

Se refieren a Juan A.P. , el principal sospechoso del asesinato de Eric. Un joven vecino de Baró de Viver con tres hijos y varios antecedentes penales que ha dedicado gran parte de su vida al robo con violencia. A este individuo lo detuvieron los Mossos d'Esquadra el pasado 12 de noviembre. A él y a varios hombres más. "Aunque todavía quedan", dicen los afectados.

El fatídico día

Concepción y Javier recuerdan a la perfección ese 30 de septiembre. Lo harán siempre. Eric comió con su abuela, se fue a trabajar y ya no volvió. "Llevaba muy nervioso todo el día, pendiente del móvil. Creo que le escribían mucho", recuerda la anciana.

Al salir de la inmobiliaria, el joven puso rumbo al centro comercial Westfield La Maquinista. El fallecido había quedado en ese punto con el comprador de su cadena. Eran, aproximadamente, las 19:00 horas. Pero los planes cambiaron: el interesado engañó a Eric. "Las cámaras de seguridad grabaron cómo los dos, en la moto de mi hijo, abandonaban La Maquinista", explica su padre. El plan se había puesto en marcha.

Piso en Bon Pastor

El chico que quedó con Eric lo guió en la moto hasta la calle de la Sèquia Madriguera, en el barrio del Bon Pastor, muy cerca del centro comercial. "Era el gancho, el que lo engatusó y lo llevó allí", cuenta Javier. "Mi hijo no tenía ni idea de que había un narcopiso en ese edificio ni que se trapicheaba con drogas. Si lo hubiera sabido, nunca habría ido".

Eric entró en el edificio pensando que comprarían su cadena por 1.800 euros. Pero el primer golpe se lo dieron en el ascensor. Y luego, Juan A.P. lo apuñaló en el corazón.

Javier, padre del joven Eric, asesinado en el Bon Pastor GALA ESPÍN Barcelona

El cuerpo sin vida de Eric permaneció en el rellano durante varias horas, pero cuando los Mossos d'Esquadra llegaron al lugar se percataron de que al joven le habían robado. "Solo le dejaron el móvil", dice su padre. "Se llevaron la cadena, un anillo, su reloj y el dinero en efectivo que llevaba encima".

"He pensado en quitarme la vida"

Desde entonces, todo es dolor. Lo primero que pensó Javier cuando la policía lo llamó es que su madre había fallecido. Ley de vida. En vez de eso, se le presentó el panorama más antinatural posible: la muerte de un hijo.

El hombre, de 51 años, toma antidepresivos diarios para poder dormir. Porque las noches son las más duras. "Me despierto llorando. He pensado varias veces en quitarme la vida", lamenta. "Eric era mi todo. Me han dejado sin mis ojos". 

Desde Cuba a Barcelona

Javier recuerda su vida antes de Eric. Su madre y él llegaron a España desde Cuba precisamente por sus ojos. "Vine a tratarme en la clínica Barraquer". El centro oftalmológico por excelencia, referente en toda Europa. Fue aquí donde conoció a la madre de Eric y su otro hijo, Abel. Se enamoraron y se quedó en Barcelona por amor.

"Eric era como una navaja suiza, ayudaba a todo el mundo, siempre hacía de todo por los demás". Padre e hijo tenían, de hecho, un sitio especial: un camping en Santa Susanna. Le pedía a Eric que lo llevara porque la brisa del mar lo relajaba. Y allí era feliz. "Era nuestro ángel y nos lo han matado".

Javier, padre del joven Eric, asesinado en el Bon Pastor GALA ESPÍN Barcelona

Ahora, Javier se ha quedado cojo. Cobra una pensión no contributiva que apenas le alcanza para vivir. Por no hablar del dinero que tendrá que gastar en una buena abogada. "Nada me devolverá a mi hijo", señala.

Justicia

Ni Caridad ni Javier buscan venganza. Piden, eso sí, justicia. "Que no salgan nunca de la cárcel. Que no tengan nada de libertad".

Mientras tanto, los mossos siguen trabajando por detener a todos los implicados en el fatal atraco. Por el momento ya hay cuatro detenidos de entre 19 y 30 años, pero se prevén más arrestos.

El padre y la abuela espera, por lo menos, que estas líneas sirvan para honrar la memoria de Eric. "No iba a discotecas, pasaba el máximo tiempo posible con su familia y era demasiado bueno. Por eso lo engañaron".

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