El Besòs i el Maresme, en pie de guerra contra el incivismo y la inseguridad
Vecinos denuncian el abandono de este barrio del distrito de Sant Martí
1 octubre, 2021 00:00Noticias relacionadas
Vecinos del barrio del Besòs i el Maresme, en el distrito de Sant Martí, están en pie de guerra. La inseguridad, el incivismo, la limpieza y la movilidad son algunos de los principales problemas de esta zona de Barcelona. Lo denuncia el vicepresidente de la asociación de vecinos Maresme, Ramon Tur. Desde el pasado 17 de septiembre, grupos de residentes, ya cansados, han empezado a movilizarse. Este viernes, 1 de octubre, han organizado una pitada frente al antiguo cine Pedro IV.
Tur enumera una batería de quejas, algunas de las cuales se arrastran desde hace años, como los botellones, que en Barcelona viven un repunte desde el final del estado de alarma, a principios de mayo. "Botellones tenemos de toda la vida", explica. Ni siquiera durante la pandemia se acabaron. Con los conciertos y las fiestas del Fòrum, el incivismo y las fiestas callejeras se disparan. "Es un caos", dice Tur. En términos parecidos se han expresado desde la plataforma Diagonal Mar contra la celebración de macrofestivales, como el Primavera Sound, en la zona.
CALLES SUCIAS Y PUNTOS NEGROS
La suciedad es otro de los problemas enquistados en el barrio, ahora también en buena parte de Barcelona. La alcaldesa no deja de recibir un varapalo tras otro, tanto político como ciudadano, por la dejadez de la ciudad y las plagas de ratas, cucarachas y chinches que este verano han aparecido. En el Besòs i el Maresme, Tur denuncia la existencia de puntos negros, como en la calle del Maresme y la confluencia con Bolívia. "Por la noche, van furgonetas a dejar basura". En ocasiones, los servicios municipales limpian la parte de una calle y la otra no, "y si hace algo de viento se acaba ensuciando todo otra vez".
El problema de la suciedad aumenta las noches de conciertos y festivales en el Fòrum. La entidad ha pedido al Ayuntamiento que limpie todo el barrio y no únicamente esta zona. Los asistentes se pasean por buena parte del Besòs i el Maresme en dirección al metro o el tranvía y las consecuencias son claras: ruido, orines y defecaciones en los portales y relaciones sexuales en las zonas de césped, critica Tur. Desde antes del verano, vecinos, consistorio y representantes del festival Primavera Sound se reúnen mensualmente para intentar minimizar los problemas en la próxima edición del evento, previsto para junio de 2022.
CAMPAÑAS INFORMATIVAS Y SANCIONES
Fuentes del distrito de Sant Martí aseguran que se está trabajando para atender las necesidades de este barrio. Esta semana, el Ayuntamiento se ha reunido con las entidades de la zona para tener un conocimiento más exacto de la situación y poder introducir las soluciones que hagan falta. Las mismas fuentes han remitido a este medio a las respuestas que el concejal David Escudé dio el pasado día 20 en la Audiencia Pública sobre los distintos temas.
Para Escudé, que se abrió a modificar rutas de los servicios de limpieza y a mejorar los controles, hay problemas de suciedad que son fruto del incivismo y de un mal uso del espacio público "y que no se arreglan con más vehículos, ni más baldeos o con más contenedores. Es un problema más complicado y de raíz". Además, Escudé hizo hincapié en la necesidad de inculcar valores a los niños desde pequeños y defendió hacer campañas informativas y campañas formativas a todas las edades y sancionar a quien hace un mal uso del espacio público.
INSEGURIDAD: ROBOS, TIROTEOS EN LA MINA Y OKUPACIONES
El barómetro municipal de este verano ha confirmado que la inseguridad es el problema que más preocupa a los barceloneses. Y eso a pesar de la situación de pandemia. En el Besòs i el Maresme no están exentos de esta cruz que Barcelona arrastra desde hace años. "La percepción de la gente es que no se siente segura". Tur enumera entre las situaciones con las que viven los robos y los recientes tiroteos de la Mina, que afectan al barrio vecino como si fueran vasos comunicantes. Recientemente, Metrópoli ha explicado también conflictos de convivencia en pisos okupados y una operación de los Mossos contra un grupo criminal que revendía móviles como otras situaciones de inseguridad que padece esta zona de Sant Martí.
En la citada Audiencia Pública, dos vecinas denunciaron problemas de incivismo en la calle de Constantinoble. Al respecto, el concejal socialista reconoció la existencia de problemas de incivismo –principalmente– y de inseguridad en el barrio. Escudé les respondió que la Guardia Urbana escuchaba la Audiencia Pública y que incorporarían la calle de Constantinoble en sus recorridos si no pasaban ya por ella. Además, el edil subrayó que este mandato Barcelona dispondrá de 1.000 agentes más cuya presencia se notará en las calles.
NO HACER CUMPLIR LAS ORDENANZAS
En la misma sesión, el presidente de la asociación de vecinos del Besòs, Francisco Abad subrayó que la inseguridad afectaba a otras calles del barrio además de Constantinoble. Otros vecinos también expusieron problemas de botellones, venta de alcohol fuera de los horarios permitidos y ruidos, y denunciaron la falta de policía y que no se hacen cumplir las ordenanzas. En algunos casos, estos problemas de incivismo son causados por menores.
Escudé indicó que la intención del Ayuntamiento es hacer una labor más intensiva en torno a la inseguridad y el incivismo. Para el concejal, "la palabra clave es la prevención". Y dijo que se trataba de unas las cuestiones más importantes del mandato. Para Escudé, los problemas de incivismo son "insufribles". Más adelante, en la misma Audiencia Pública, el edil añadió que hará falta sentarse cuantas veces sea necesario para tratar los problemas de incivismo y aseguró que muchos de los conflictos únicamente con Guardia Urbana no se pueden solucionar. "Se hace lo que se puede. Tenemos la mejor unidad territorial de toda la ciudad. Hacen un gran trabajo. Hay una coordinación importante con Mossos. Hay temas que tienen un abordaje complejo desde el punto de vista legislativo".
PROBLEMAS POR LA FALTA DE UN SEMÁFORO
En el ámbito de la movilidad, Tur critica la falta de semáforos, lo que supone un riesgo para la seguridad de los peatones. Uno de los puntos negros es el cruce entre la rambla de Prim con Veneçuela. Los vecinos hace tres años que piden que se actúe. "Es necesario que pongan un semáforo. Ahora no hay. Hay un paso de peatones, pero sin semáforo los vehículos no paran", opina. Y como colofón de la situación del barrio, el dirigente vecinal expone lo que puede parecer una anécdota pero no lo es: la presencia de tres piscinas hinchables este verano en las calles. "Este año han puesto tres y no ha pasado nada. Probablemente, el próximo año serán el doble".
Sobre la petición del semáforo, Escudé explicó que a la Guardia Urbana ni a la concejalía de Movilidad le constan ni accidentes ni incidentes. Escudé añadió que las obras que se harán en el entorno de Cristóbal de Moura-Puigcerdà, a partir de diciembre, afectarán de forma directa al cruce y que ahora es imposible conocer como será la movilidad interna en ese punto. Escudé dijo que el Ayuntamiento esperará a que terminen los trabajos para hacer un estudio más preciso.
FINCAS CON ALUMINOSIS
Si bien los citados son algunos de los principales problemas que tiene el espacio público del barrio, los convocantes de las movilizaciones denuncian un abandono general del Besòs i el Maresme y exigen responsabilidades al Ayuntamiento y un plan de choque. Otros problemas que se arrastran desde hace años en la zona, y que ya han sido explicados por este medio, son el largo retraso de las obras para recuperar el antiguo cine Pedro IV como un edificio que funcionará como CAP y usos culturales y la aluminosis y otras patologías urbanísticas que afectan a unos 50 bloques de viviendas.