Barcelona completa el segundo edificio de Alojamientos de Proximidad Provisionales (APROP), este ubicado en la plaza de las Glòries, con 42 pisos para 100 personas en situación de emergencia habitacional construidos en contenedores marítimos reciclados.
Ada Colau, ha explicado en rueda de prensa este miércoles desde la zona comunitaria del edificio y junto a los concejales Laura Pérez, Lucía Martín y Joan Ramon Riera, esta fórmula concreta de vivienda social y ha recordado que cuando presentaron el proyecto el pasado mandato hubo "burlas", y gente diciendo que eran unos cutres, en sus términos. En total, hay 42 pisos en 7 plantas, 35 de ellos dobles y siete individuales.
RETRASOS Y SOBRECOSTES
La obra, que se ha presentado este miércoles, toca a su fin tras haber experimentado un sobrecoste del 42% sobre el presupuesto inicial y con tres años de retraso, pues estaba prevista su finalización para finales de 2019.
Además, se licitó la construcción por 4,08 millones de euros en un principio. no obstante, el coste final ha sido de 5,7 millones de euros.
CIVILIZAR Y REGULAR
El gobierno municipal insiste a la Generalitat y al Gobierno para que amplíen el parque público de vivienda al ser las administraciones con más competencias, y ha pedido compromiso a nivel estatal para "civilizar y regular" un mercado privado de la vivienda que, según la primera edil, nunca tiene suficiente, referida a la subida de los precios del alquiler.
La teniente de alcalde de Derechos Sociales de Barcelona, Laura Pérez, ha dicho que el 86% de las familias que se alojarán en este nuevo edificio han pasado más de dos años en una pensión, y ha admitido: "Nos duele reconocerlo", pero que los alojamientos de emergencia a menudo se han cronificado en la ciudad.
EL PERFIL DE LAS FAMILIAS
Pérez ha dicho que este tipo de recursos como las pensiones no están pensadas como una vivienda, y ha definido el perfil de estas familias que podrán construir un proyecto de vida más autónomo: 25 de ellas son monoparentales, son familias con hijos y el 56% tienen entre 26 y 40 años.
Las familias seleccionadas son del distrito de Sant Martí y de los dos colindantes (Ciutat Vella y Eixample) para mantener el vínculo con el entorno comunitario, el edificio cuenta con un espacio donde trabajan permanentemente cinco personas de los servicios sociales.
Este proyecto tratará de encontrar respuestas personalizadas para cada caso particular, ayudar y acompañar a las familias en el ahorro económico y buscar alternativas a este alojamiento de emergencia, que es temporal: el Ayuntamiento estima un tiempo de estancia media de dos años que puede variar.