El nuevo consistorio barcelonés está comenzando a tomar medidas para paliar algunos déficits de la ciudad. “Se están haciendo cosas básicas. Hasta ahora han pasado 100 días y solo estamos tratando de racionalizar la gestión y de revertir algunas cosas que entendemos que estaban equivocadas”, explican fuentes del Ayuntamiento de Barcelona a Metrópoli. Los temas que se han de resolver son muy distintos: desde cuestiones puramente políticas (por ejemplo, la decisión unilateral de cortar relaciones con la ciudad de Tel Aviv, la cuna del progresismo de Oriente Próximo) hasta decisiones estratégicas, como la reconsideración de las superillas o el impulso de una política de vivienda realista.
En materia de recuperación de la ciudad, el Ayuntamiento que preside Jaume Collboni debe acometer prioridades urgentes. No se pondrán impedimentos a los proyectos que ya estén iniciados, pero a nadie se le escapa que muchos proyectos que son aprobados estas semanas ya vienen de la anterior legislatura, puesto que la gestión del equipo de Ada Colau ha dejado algunas iniciativas sobre el tapete. Pero los ritmos impuestos son diferentes. Y el nuevo equipo ha de detectar las prioridades que necesita para aplicar una política de gestión creíble y cercana a la ciudadanía.
UN PARQUE DEGRADADO
La remodelación de algunos espacios urbanos es uno de los temas que se miran con interés. Si alguno de los parques barceloneses ha sufrido degradación los últimos años ha sido el de la Espanya Industrial, al lado de la estación de Sants. El tema sufrirá ahora un empujón: el Ayuntamiento acaba de encargar las obras de remodelación de la zona sur —es decir, todo el espacio al sur del lago— basándose en un proyecto ejecutivo que ya está terminado desde el mes de marzo.
La degradación es tal que se ha vuelto una china en el zapato municipal. Por eso, se ha de ejecutar en, al menos, dos fases. La primera fase costará 864.098 euros y será un lavado de cara que afecta a 4.580 metros cuadrados, que significará reconfigurar las zonas para crear espacios más tranquilos y espacios más dinámicos, introducir elementos de mobiliario que satisfagan las necesidades de confort y socialización de los usuarios e introducir nuevas especies vegetales de tipo mediterráneo para optimizar las tareas de mantenimiento y mitigar el impacto ambiental. Las obras deberán estar terminadas en un plazo de seis meses, es decir, a comienzos de la primavera del año que viene. La empresa encargada de este trabajo será Coynsa 2000, una empresa de la familia Sánchez Yubero, que está en la junta directiva de la Cambra de Contractistes d’Obres de Catalunya (CCOC).
LAS MEJORAS PREVISTAS
En el proyecto ejecutivo, de 964 páginas, se admite que la actual configuración “no responde a las necesidades y a las expectativas de los usuarios” y que el parque “es percibido por los vecinos como un espacio poco acogedor e inseguro, frecuentado por colectivos que generan dinámicas incívicas y un uso inadecuado de las diferentes zonas”. Esta percepción no solo genera problemas con los vecinos, sino con los visitantes. El parque fue diseñado en los años 80 del siglo pasado como un espacio vanguardista que reconvertía una de las áreas industriales más importantes de Barcelona. Hoy es necesaria una nueva reconversión para eliminar los vicios en los que ha caído.
Basándose en estas consideraciones, se mejorará el parque para reestructurar los espacios ajardinados, se reubicará y ampliará la zona de perros y el espacio lúdico de niños, se mejorará la iluminación y la seguridad… Se mejorarán las gradas, se harán nuevos lavabos, se mejorarán las pistas deportivas y se implementará el espacio de calistenia y las pistas de petanca, al tiempo que se limpiarán todos los grafitis.
En el proyecto elaborado este año, se explica que “la presencia de un elevado número de árboles caducifolios dificulta el mantenimiento del parque”. Pero también se han deteriorado los elementos del parque: hay canalizaciones rotas, deterioro de muchos elementos ornamentales y básicos, una zona lúdica infantil llena de arena, unas pistas de petanca y de básquet en mal estado o una iluminación heterogénea que genera “una sensación de inseguridad”.
UNA LIMPIEZA EN PROFUNDIDAD
En el proyecto encargado por el Ayuntamiento se abunda en que “Sants, como otros barrios de Barcelona, se caracteriza por ser un barrio con muy poca implicación vecinal”, por lo que las instalaciones lúdicas que se hicieron en él, y que intentaban cumplir con las demandas vecinales, como las pistas de básquet, las zonas de mascotas, el frontón, la zona de petanca, las mesas de ping-pong o la zona lúdica infantil, “no parece que se hayan integrado de una manera coherente en la estructura original del parque”. El cometido de la remodelación es reestructurar todos esos servicios, hacerlos “inclusivos y seguros” y relanzar la imagen del parque. Será un lavado de cara que irá desde la sustitución de equipamientos actuales hasta el traslado o la ampliación de determinadas áreas.
En una segunda fase, se abordará el tema de las construcciones y el lago: se reconvertirá el helicoide y se remozará el lago —son las dos obras más caras—, se remodelará también la entrada del dragón de hierro y el paseo alrededor del lago. Además de sustituir los parterres, se realizará una restauración de las seis esculturas que jalonan el recinto, aplicando tratamientos contra la oxidación o limpiando en profundidad las piezas de bronce, mármol o metálicas. En total, se invertirán en el emblemático espacio alrededor de 5,5 millones de euros, pero espera cumplir con las reivindicaciones históricas de los vecinos.