Los vecinos de Les Tres Torres están molestos por los rumores que desde hace semanas planean sobre el futuro de la Biblioteca Clarà, uno de los dos únicos equipamientos que tiene el barrio. No sería inmediato, pero en los pasillos del distrito se habla de un cambio de cromos para trasladarla a Sarrià cuando esté listo el edificio de la nueva biblioteca (que no será antes de 2020) y usar el equipamiento de Les Tres Torres como un casal de barrio y de gente mayor. El Plan de Inversión Municipal del distrito así lo atestigua.
A pesar de que no hay nada decidido ni definitivo, los vecinos consideran que es una muestra más del desprecio del Gobierno municipal. “Somos el barrio con menor inversión del distrito con menor inversión de Barcelona”, ha lamentado el presidente de la Associació de Veïns de Les Tres Torres, Lluís Tusell. “Estamos negociando tener más equipamientos para la gente mayor, para los jóvenes, y no menos”. La asociación denuncia que en dos años no se ha pactado ni una sola medida de gobierno para el barrio.
CUESTIÓN DE BARRIO
El posible traslado de la Biblioteca Clarà se ha convertido en una cuestión de barrio e incluso de distrito. El Grup Municipal Demòcrata, a través del regidor presidente de Sarrià-Sant Gervasi, Jordi Martí, ha anunciado que llevará una proposición al próximo plenario “para debatirlo y que todos los grupos se retraten, positivamente, esperamos, y se mantenga la biblioteca”. Martí considera que el distrito con más escuelas y universidades de Barcelona no puede prescindir de “un equipamiento cultural de primera”.
El regidor de Sarrià-Sant Gervasi, Daniel Mòdol, reconoció durante la última audiencia pública que es una posibilidad que se ha contemplado, pero que “en ningún caso se ha tomado una decisión” y que solo con la futura Biblioteca de Sarrià no se cumpliría el ratio que marca el Plan de Bibliotecas, “por lo que no es de cajón de cerrarla”. En la misma línea se han pronunciado desde Biblioteques de Barcelona. Fuentes del ente han explicado a Metrópoli Abierta que trabajan con la previsión de que haya cinco bibliotecas en el distrito, tal y como prevé el plan.
“Son conversaciones de pasillo que ni mucho menos suponen que haya nada cerrado”, han dicho. Aun así, recuerdan que el objetivo del plan es que todos los ciudadanos tengan una biblioteca a 20 minutos a pie desde su casa (que son unos 800 metros), por lo que con la apertura de las bibliotecas de Sarrià y Sant Gervasi-Galvany, que no estarán listas por lo menos hasta 2020, se lograría este objetivo incluso si se perdiera la de Clarà. Además, señalan que no es la primera vez que se hace, pues en Les Corts ya se ha aprobado el traslado del fondo de la Masia Can Rosés a la futura biblioteca Montserrat Abelló i Soler, en la calle Comtes de Bell-lloc.
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