La avenida del Tibidabo es historia de Barcelona. Con más de un kilómetro y medio de recorrido, esta arteria de la ciudad conserva la fisonomía ideada por el doctor Salvador Andreu, cuyo éxito farmacéutico le permitió crear una de las primeras promotoras inmobiliarias del país y pautar el desarrollo de esta vía. Los singulares inmuebles y jardines ubicados en la calle abren paso a su joya patrimonial, el Tramvia Blau, que hasta hace escasos años circulaba entre sedes universitarias, consulados, hoteles y reconocidas empresas.
La relevancia de esta avenida en el callejero de la capital catalana no ha sido motivo suficiente para su adecuada conservación y mantenimiento durante los últimos años por parte del Ayuntamiento, lo que ha llevado a los residentes a constituir una asociación vecinal. La recién nacida Asociación de Vecinos de la Avenida Tibidabo, impulsada y presidida por el empresario alemán Alexander-Philipp Scheffler, buscará preservar y recuperar los símbolos característicos de este emplazamiento, al mismo tiempo que apostará por un progreso en positivo de una vía referente en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi y en el conjunto de la ciudad.
Constitución de la asociación
A finales de 2023, Scheffler movilizó al vecindario de la avenida, animando a los residentes a crear una asociación que reflejara sus valores y ejerciera como portavoz ante los actores sociales y políticos de la ciudad. Estas intenciones se materializaron el pasado mes de marzo, cuando se oficializó la agrupación de residentes tras gestarse en una reunión fundacional que se celebró el 25 de enero en el restaurante ABaC, regentado por el chef Jordi Cruz.
Según ha informado la asociación, los vecinos se han marcado tres grandes líneas de trabajo. La recuperación del Tramvia Blau, el impulso de mejoras en una avenida que funciona como acceso a Collserola y la voluntad de resaltar el valor histórico y patrimonial de sus edificaciones, son las bases sobre las que se ha fundado este proyecto.
Tramvia Blau, una joya patrimonial
Scheffler explica a Metrópoli que la conservación del patrimonio es una de las principales motivaciones que han llevado a los vecinos a fundar la asociación. “El tema comenzó durante los recientes años de pandemia. Cuando se permitió la libre circulación de ciudadanos, hubo un notorio incremento de población que visitaba Collserola o el Tibidabo, gente que descubría el patrimonio natural. Deberíamos dar facilidades para que los barceloneses puedan acceder en condiciones a un sitio tan emblemático”, señala el propietario del número 30 de la avenida, donde se localiza la sede del Instituto Superior en Derecho y Economía (ISDE) en Barcelona.
El empresario alemán hace referencia al Tramvia Blau como la forma “más elegante” para llegar hasta el Tibidabo. “En Barcelona hay estructuras modernistas protegidas, en cambio el Tramvia Blau ha desaparecido temporalmente. Hay que recuperar este patrimonio histórico de la ciudad. Es un símbolo, el tranvía más antiguo de Europa y el medio de transporte más seguro, con solo dos accidentes en 123 años de historia", relata Scheffler.
Esta reivindicación vecinal es una cuestión pendiente de resolución desde 2018, cuando este transporte realizó el último servicio antes de su entrada indefinida en cocheras por motivos de seguridad. Desde 2020, la vuelta del tranvía ha acumulado diversos incumplimientos y, a día de hoy, continúa sine die a la espera de que la compañía Meta Engineering desarrolle el proyecto.
'Copa Tibidabo'
En 1914, la avenida Tibidabo acogió un evento único. Bajo la denominación de Copa Tibidabo, la arteria barcelonesa fue el escenario de una carrera organizada por el Real Automóvil Club de Catalunya (RACC) y el Real Moto Club de Catalunya, en la que automóviles y motocicletas compitieron en modalidad de subida.
Scheffler señala que la asociación quiere celebrar los "110 años de este acontecimiento", mediante un evento que cuente con la cooperación de "la administración y el RACC". "Barcelona tiene una gran tradición automovilística de cuatro y dos ruedas, hay un sinfín de fabricantes catalanes exitosos. Deberíamos conmemorar a todos aquellos que hicieron que la movilidad mejorase", explica.
Respecto al trato del consistorio barcelonés a los vehículos clásicos, el presidente del colectivo vecinal lamenta que "Colau impuso una legislación muy restrictiva" para unos automóviles y motocicletas que actúan como "embellecedores" de la ciudad.
Homenaje a Ruiz Zafón
Entre las cuestiones que la nueva entidad vecinal tiene sobre la mesa, también se encuentra la voluntad de homenajear a personalidades ligadas a la avenida, como el doctor Andreu o el novelista Carlos Ruiz Zafón.
El líder vecinal explica que, durante un paseo por los alrededores del lago de Puigcerdà, topó con una gran placa en homenaje al escritor barcelonés, un reconocimiento que también espera que se dé en la avenida del Tibidabo. En la Torre Macaya, actualmente reconvertida en el Hotel Boutique Mirlo Barcelona, transcurre buena parte de una de sus obras más reconocidas: La Sombra del Viento.
En este sentido, Scheffler indica que Ruiz Zafón "trabajaba, operaba, escribía y describía desde el número 32 de la avenida del Tibidabo", y recuerda que "es el autor catalán más vendido en el mundo". Por ello, la asociación vecinal apuesta por rendirle, al menos, "un pequeño homenaje".
Iluminación y seguridad
La nueva asociación vecinal también tiene, entre sus peticiones, una mejora de la iluminación y la seguridad en la avenida. El portavoz del colectivo asegura que esta vía "es una de las muy pocas calles de Barcelona que no tiene farolas a ambos lados", una situación que los residentes califican de "mejorable". "Luz es sinónimo de seguridad", sentencian desde una entidad que no vería con malos ojos un refuerzo policial en la zona.