
Una moto circulando por la calle Bisbe Sivilla de la Bonanova
El circuito de obstáculos para motoristas de la Bonanova: zigzag para evitar los reductores de velocidad
Los cuatro cojines berlineses repartidos en la calle Bisbe de Sivilla fastidian a diario la circulación de las motos
La calle pacificada más polémica de la Bonanova: un "punto negro" de accidentes en la zona alta de Barcelona
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Los motoristas incordian las calles de la Bonanova y las calles de la Bonanova incordian a los motoristas. Esta vez son los reductores de velocidad repartidos por la calle Bisbe Sivilla los que sirven la polémica.
Uno, dos, tres y cuatro resaltos en menos de 50 metros de carretera entre las calles Mandri y Ciutat de Balaguer. Su propósito es evidente: reducir la velocidad de los vehículos que la cruzan para asegurar que se respete el límite de 30 kilómetros por hora.

Dos motos circulando por el tramo con reductores de velocidad de la calle Bisbe Sivilla de la Bonanova.
¿Su efectividad? Casi nula. Los motoristas esquivan los reductores de velocidad por los laterales, como si nada.
Desde la acera se puede apreciar cómo las motos dejan de avanzar en línea recta para pasar a un desplazamiento zigzag y evitar al máximo menguar las prisas.
Una vecina del barrio ya lo anunció a Metrópoli hace unos días: "Las motos hacen lo que les da la gana". De hecho, Alícia se estaba quejando de la "falta de vergüenza" con la que circulan los motoristas en otro tramo de esa misma calle, que parece haberse convertido en el símbolo de la discordia entre peatones y vehículos de la zona alta de Barcelona.
Los motoristas, a pesar de reconocer sin reparos que esquivan los cojines berlineses, apuntan que de todas formas son un obstáculo, ya que les obligan a girar el manillar para circular entre el borde de éstos y el borde de la calzada y, consecuentemente, a reducir la velocidad.
"Innecesarios"
La mayoría de los conductores entrevistados sostienen que los reductores de velocidad "no sirven para nada", porque la calle "es estrecha", y se transitaría con una velocidad moderada de todas formas, aunque los cojines no estuvieran.
Uno de ellos, que también es vecino de la zona, apunta que si hace mal tiempo la situación empeora: "Cuando hay lluvia es peligroso porque resbala bastante".
A la pregunta de si retirarían las estructuras de la carretera, la respuesta de los motoristas de la Bonanova es un unánime "sí".

Peatones y vehículos circulan por la parte pacificada de la calle de Sant Gervasi de Cassoles, en la Bonanova Barcelona
En el hipotético caso de que sus quejas fueran escuchadas y los resaltos desaparecieran, las motos llegarían más fácilmente al siguiente punto controversial del distrito. La polémica tan solo habría hecho un salto directo a la superilla entre Bisbe de Sivilla y Sant Gervasi de Cassoles.