El segundo violador del Eixample, Alejandro Martínez Singul, ha sido agredido la madrugada de este jueves en el cajero de una entidad bancaria, en l'Hospitalet, en el que dormía. Fuentes de los Mossos han explicado que Martínez Singul fue reconocido y atacado "por un grupo indeterminado de personas".

Los agentes están investigando la agresión y no han querido dar detalles sobre las heridas recibidas, aunque las mismas fuentes reconocen que fue trasladado a un centro hospitalario. La policía autonómica afirma que Martínez Singul no ha presentado denuncia por ahora. Los policías revisarán las cámaras del cajero para comprobar la versión del violador.

A Metrópoli Abierta le consta que el segundo violador del Eixample ha dormido, los últimos meses, en un cajero bancario entre Barcelona y Hospitalet. La policía le ha visto en la carretera de Collblanc y en la avenida de Madrid en diversas ocasiones desde febrero. Algunos testimonios lo han identificado cerca del Hospital de Sant Pau esos últimos días. Los Mossos recuerdan que Martínez Singul "está en libertad y tiene libertad de movimientos".

AGRESIÓN A SU MADRE Y HERMANA

Martínez Singul fue detenido el pasado febrero por la policía después de agredir, presuntamente, a su madre y a su hermana en una vivienda de La Llagosta. Los agentes pudieron arrestar al segundo violador del Eixample pese a que opuso resistencia y amenazó con autolesionarse. Tras pasar a disposición judicial, el hombre quedó en libertad con una orden de alejamiento de su familia.

El violador fue condenado en 1993 a 65 años de cárcel por 10 violaciones y otros cuatro intentos a niñas y adolescentes de entre 10 y 15 años. Salió de la prisión en 2007 sin que estuviera rehabilitado y tras cumplir la máxima condena del antiguo Código Penal. 

Nada más salir de la cárcel, Martínez Singul protagonizó nuevas agresiones sexuales, y en 2008 fue detenido y extraditado a Francia, donde cumplió nueve meses de cárcel en Perpiñán por exhibicionismo ante una menor. En 2010, la Audiencia de Barcelona le condenó a tres años y nueve meses de cárcel por intentar abusar de una niña de 12 años. El violador salió de la cárcel en julio del 2013 tras someterse, al parecer, a un programa psicosocial y a un tratamiento farmacológico de inhibición del deseo sexual.

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