El vigilante del polémico vídeo racista en la estación de Sants ha denunciado a SOS Racismo por la difusión de este. En la denuncia pide que la entidad le indenmice con 10.000 euros por la grabación sin su permiso.
El sindicato de profesionales de seguridad privada, Alternativa Sindical, reclama que la entidad "se retracte de las afirmaciones y publique un vídeo en la misma red social" donde se rectifique. Además, advierte de que si no hacen la corrección presentarán una querella.
DESAMPARO DE LOS GUARDIAS
En el contenido audiovisual, el guarda reclama la documentación a un pasajero. El sindicato afirma que en las infraestructuras críticas los agentes "tienen autoridad para solicitar la identificación a cualquier ciudadano".
Además, denuncia en un comunicado el "desamparo" por parte de Renfe y de Ombuds, del que el guarda era trabajador. El empleado fue apartado por la empresa públicas tras la difusión del vídeo.