Drogas y botellones en la plaza Espanyola, un polvorín en L'Hospitalet
Una pelea este domingo ha vuelto a poner en el mapa el problema de incivismo y trapicheo en la Torrassa
16 marzo, 2021 00:00Noticias relacionadas
La plaza de la Espanyola de L'Hospitalet de Llobregat es un embudo donde confluyen cuatro calles del barrio de la Torrassa. Es una de las zonas más transitadas de la segunda ciudad de Cataluña (269.382 habitantes), una de las urbes europeas con más densidad de población. Una pelea a botellazos este domingo ha puesto sobre el mapa un problema enquistado desde hace tiempo. Una minoría muy ruidosa se ha hecho fuerte en la plaza, que se ha convertido en escenario de botellones, trapicheo y las peleas que esta combinación de conceptos suele acarrear. La Asociación de Vecinos Collblanc i la Torrassa reclama más presencia policial y esfuerzos contundentes desde la justicia para perseguir a estos grupos conflictivos.
Sobre las 18.00 horas, una disputa entre dos hombres desencadenaba en una trifulca en la que varias personas resultaron heridas. Las cámaras de los móviles de los vecinos registraban a un herido inconsciente en el suelo mientras varias personas forcejeaban y se agredían alrededor, a un hombre rompiendo una botella de cristal en el suelo para usarla como arma, y a media docena de mossos d'esquadra dispersando, defensa en mano, a la masa mientras detenían a dos de los supuestos implicados.
CONTROL DE LA DROGA
Fuentes vecinales atribuyen la pelea a una disputa entre bandas por la venta de droga en el barrio y señalan a un local de alimentación como uno de los principales focos. Desde el Sindicato de Policías Locales de la Guardia Urbana de L'Hospitalet (SPL-CME), confirman la compra y venta de sustancias constante. "Hemos llegado a un nivel de trapicheo e incivismo que haría falta un operativo conjunto entre Urbana y Mossos, pero no hay un interés político para hacerlo. En cambio; la dejadez y el no actuar ha provocado una pérdida de autoridad del policía", lamentan fuentes del sindicato policial. "Hace 30 años, una patrulla entraba en un bar lleno de gente para hacer una intervención y no ocurría nada. Ahora, la policía tiene que superar en número a las personas del interior si no quiere problemas", relatan los urbanos.
La policía catalana detuvo este domingo a dos personas: una por lesiones y otra por atentado a la autoridad. Un tercer hombre ha quedado investigado por su presunta participación en la trifulca. La Asociación de Vecinos Collblanc y la Torrassa admite un problema de convivencia en la plaza, pero pide "no criminalizar" el barrio. "Con la llegada del bueno tiempo, debería haber más presencia policial. Pedimos una patrulla fija. Esto no quiere decir que lo que ha ocurrido aquí no pueda ocurrir en cualquier otro barrio", comenta la presidenta, Loli Colàs. Esta "plaza caliente" aparece a menudo en las reuniones entre vecinos y policía.
LOS VECINOS, BLINDADOS
Colàs explica que la regidora del distrito II (Collblanc - La Torrassa) le ha asegurado este lunes que el Ayuntamiento intentará incrementar los efectivos policiales en la zona. Fuentes municipales evitan dar detalles sobre la problemática de la zona y señalan que en la actuación solo intervinieron los Mossos. Sin embargo, los agentes de paisano de la Urbana conocen de primera mano a los camellos que operan en la zona. Los agentes retienen con frecuencia a varios de ellos, aunque nunca llevan cantidades de droga importantes encima, que almacenan en los pisos.
Algunos vecinos han reforzado las entradas de sus edificios con rejas para evitar que los incívicos hagan botellón enfrente de su puerta. Hace dos meses, el Ayuntamiento repartió una nota entre los vecinos con recomendaciones de seguridad después de un incremento de robos en los domicilios. Muchas porterías cierran con llave durante el día por dentro.
FIN DE SEMANA MOVIDO
Las fiestas improvisadas sin mascarillas son ya un paisaje habitual del fin de semana con la venta de botellas de cerveza de cristal. Algún vecino que ha osado recriminar las latas de cerveza en su puerta ha recibido insultos y amenazas. "Antes de la pandemia había grupos de adolescentes que bailaban y hacían ruido, pero pasabas por la calle sin miedo. Desde que han llegado los de los patinetes esto ha cambiado", cuenta una vecina, que prefiere mantenerse en el anonimato.
El SPL-CME pide la vuelta de una unidad especializada en intervención de masas, parecida a las unidades antidisturbios, para gestionar estas situaciones de incivismo. Fuentes del sindicato subrayan que este fin de semana ha sido uno de los fines de semana con más llamadas y avisos ciudadanos por problemas de convivencias que se recuerdan.