El paseo de Gràcia recupera poco a poco su vitalidad tras la hecatombe que ha supuesto la pandemia para su economía. La milla de oro barcelonesa vuelve a brillar y a recibir visitantes de todo el mundo. El 90% de sus hoteles ya están "plenamente operativos" y los turistas se dejan ver por la vía, pero no todo iban a ser buenas noticias para esta prestigiosa arteria. 

Los ladrones se están poniendo las botas con la llegada de franceses, alemanes y rusos que pasean o se alojan en los exclusivos establecimientos de esta calle. Su vuelta al ruedo ha desencadenado un preocupante pico en los baremos de delincuencia, que habían bajado considerablemente, situándose muy por debajo de la época prepandemia. "Han vuelto a actuar con más intensidad y violencia", ha alarmado en un comunicado la Associació del Passeig de Gràcia. 

Un grupo de turistas franceses en el paseo de Gràcia de Barcelona / METRÓPOLI ABIERTA



LADRONES 'LOW COST' 

A pesar de que el eje comercial ha sido siempre una de las zonas clave para los delincuentes, estos se han vuelto más carroñeros y descarnados. Lluís Sans, presidente de la Asociación del Passeig de Gràcia, detalla a Metrópoli Abierta que "antes había delincuentes especializados en relojería, telefonía móvil o parkings, por ejemplo. Ahora aprovechan todas las oportunidades que se les ponen por delante". 

El aumento de robos y hurtos en el paseo de Gràcia comenzó "hace unas tres semanas". Los comercios de la zona han sido testigo de cómo los rateros han ido llegando a cuenta gotas para hacerse con el perímetro para saquear. 

Un carterista aprovecha un momento de despiste para robar a un turista / ARCHIVO



CARTERISTAS OKUPAS

Según especifica el presidente de la asociación, el perfil es el mismo que el de antes de la pandemia. "La mayoría son extranjeros y viven en pisos okupados", detalla. El también propietario de Santa Eulàlia, una de las boutiques de lujo de la avenida, asegura que los carteristas hallan en Barcelona una "manera sencilla de delinquir" por "la facilidad de okupar viviendas". Además, añade que la lentitud de las administraciones propicia que actúen con impunidad: "cuando los pillan saben que la sentencia saldrá al cabo de mucho tiempo, por ello siguen actuando a espaldas de la ley y cuando se cansan se vuelven a marchar". "Se tienen que llevar a cabo juicios rápidos para reprimir a estos delincuentes", apunta. 

Los empresarios y empleados de la zona temen que la situación se agrave y vuelvan a producirse niveles de delincuencia similares a los de antes del covid-19. Por ello, la policía ha reforzado su presencia en la zona. Sans argumenta que, desde que han aumentado estos incidentes, los vecinos del paseo de Gràcia "han presenciado una mayor presencia de efectivos". Al cierre de esta edición, los Mossos d'Esquadra no han especificado a Metrópoli cuál está siendo el método de actuación del cuerpo policial. 

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra en el paseo de Gràcia de Barcelona / MOSSOS



BANDAS ESPECIALIZADAS EN ALUNIZAJES

A pesar del descenso, la delincuencia jamás ha dado una tregua a los comercios y hoteles de la milla de oro. A finales de 2020 una oleada de robos por alunizaje hizo que la milla de oro de Barcelona temblase y las grandes marcas blindasen sus escaparates por miedo a ser desvalijadas. 

En menos de un mes la avenida cifró seis importantes robos: un coche se empotró contra la fachada de Salvatore Ferragamo; G-Star y Dolce&Gabbana fueron saqueadas de madrugada con el mismo modus operandi; Uniqlo fue objetivo de uno de los grupos criminales y Tommy Hilfiger sufrió dos robos en menos de dos semanas. En este último comercio, los delincuentes hicieron estallar la puerta de cristal con la tapa de una alcantarilla para después entrar a robar. 

La tienda Dolce&Gabbana de paseo de Gràcia tras ser asaltada / CEDIDA



LAS TIENDAS, BLINDADAS

Los cuerpos policiales de Barcelona centraron sus esfuerzos en la zona y Metrópoli pudo saber que una de las bandas había sido desarticulada y otras tres estaban bajo sospecha de la policía. Según explicaron portavoces del paseo de Gràcia, los Mossos d'Esquadra también habían logrado "frenar otras tres bandas especializadas que querían actuar" en diciembre de 2020. Las pesquisas policiales determinaron que los grupos criminales identificados tenían un objetivo claro: la reventa de objetos robados en el mercado negro. 

Este estilo de robos parece haberse esfumado en el paseo de Gràcia: "no hemos vuelto a saber nada más de este tipo de bandas", asegura a este medio Sans. El presidente de la asociación de comerciantes cree que los pivotes antialunizaje, las vallas y otros mecanismos especiales que instalaron algunas tiendas supusieron una traba para las mafias. 

Una patrulla de Mossos en el exterior de la tienda Montblanc, saqueada con el método de alunizaje / ARCHIVO



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