La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) acusa a la dirección de la Guardia Urbana de filtrar información a los periodistas cuando le conviene. "Muchas veces es la propia dirección quien filtra los datos. Eso sí, los que le interesan, para su buena imagen", dice el sindicato de la policía local barcelonesa.
CSIF ha emitido este viernes un comunicado a raíz de la información avanzada en exclusiva por Metrópoli sobre una nota interna que el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, envió a toda la plantilla y en la que prohíbe a los agentes facilitar informaciones "fuera del ámbito policial, obtenidas en el ejercicio de sus funciones, sin utilizar los canales formales". En caso contrario, los policías se pueden enfrentar a "responsabilidades penales y/o disciplinarias". La Jefatura de la Guardia Urbana tiene intención de "hacer un seguimiento de aquella información que pueda ser cedida sin observar los canales al efecto", subraya el texto al que ha tenido acceso Metrópoli.
"EL AYUNTAMIENTO VETA A LA PRENSA"
En la citada nota de prensa, CSIF dice que el "Ayuntamiento de Barcelona veta a la prensa y censura a la Guardia Urbana". El sindicato añade que "defiende el derecho a la información de la ciudadanía", así como a los agentes y a los periodistas.
CSIF recuerda que una cosa es informar y otra muy distinta incurrir en responsabilidades penales y/o disciplinarias por no haber mantenido el secreto de las actuaciones policiales para preservar el derecho de las personas afectadas y no vulnerar las obligaciones deontológicas más básicas de la profesión, "un principio básico de cualquier cuerpo policial". Según el sindicato, hasta ahora ningún agente de la Guardia Urbana ha sido expedientado por un hecho similar.
MALOS ÍNDICES DE CRIMINALIDAD EN BARCELONA
En la nota informativa que la Jefatura de la Guardia Urbana envió a los agentes dice que la presencia de la policía local en los medios de comunicación se ha incrementado en un 97%. En opinión de CSIF, esto es porque han subido "los índices de criminalidad y violencia en Barcelona. Y se han multiplicado exponencialmente por la mala gestión de la seguridad". De hecho, la inseguridad es el principal problema en Barcelona desde 2018, según el Barómetro que el Ayuntamiento hace cada seis meses.
CSIF hace una clara defensa de la libertad de expresión y la libertad de prensa, "derechos fundamentales en los estados democráticos", y afirma que el periodismo se ha convertido en el verdadero canal de comunicación ciudadana. El sindicato recuerda que los periodistas tienen un código deontológico que les impiden traspasar ciertas líneas. Y valora que los barceloneses tienen derecho a estar informados siempre que no se comprometan ni se obstruyan las investigaciones, la labor policial y la seguridad de las personas.
El sindicato recuerda que en 2018 ya alertó en un comunicado de la grave situación que Barcelona vivía en materia de seguridad, con "batallas de manteros, machetazos en la vía pública, tiros por la ciudad, narcopisos, guerras entre clanes de la droga, okupaciones ilegales..." Y, desde entonces, la situación "no ha hecho más que empeorar", asegura
"BARCELONA, UNA DE LAS CIUDADES MÁS PELIGROSAS DE EUROPA"
Para CSIF, "Barcelona es una de las ciudades más peligrosas de Europa", y opina que, con las elecciones a un año vista, "Ada Colau y Albert Batlle -teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención- han tomado conciencia de que si siguen así los índices de violencia no podrán seguir en el Ayuntamiento".
"Ya es hora de cesar en el intento de tapar los problemas reales que sufre Barcelona y ponerse en serio a solucionarlos. Ha quedado más que claro que carecemos de unas políticas públicas de prevención y reducción de la delincuencia y que faltan medios materiales y recursos dentro de la Guardia Urbana", concluye CSIF.