Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 37 años en Barcelona acusado de seis robos con violencia. El ladrón de Grindr contactaba con las víctimas a través de aplicaciones de citas, y tras quedar con ellos, les drogaba y una vez inconscientes, les robaba.
El detenido ha ingresado en prisión, imputado de delitos de hurto, estafas bancarias, agresión sexual y robo con fuerza. Además, la investigación continúa abierta en busca de otro hombre que habría colaborado con el condenado a la hora de cometer los hechos.
LAS DENUNCIAS
La primera denuncia se interpuso el pasado mes de octubre, y las otras cinco víctimas denunciaron entre enero y marzo de 2023. Gracias a que el ladrón siempre usaba el mismo patrón, la policía catalana pudo relacionar los hechos. El modus operandi del ladrón era contactar con los hombres por aplicaciones de citas o en entornos de fiesta, y una vez se ganaba su confianza, les invitaba a copas donde el detenido añadía sustancias. Cuando las víctimas perdían el sentido, les robaba sus pertenencias. Además, en uno de los hechos, los investigadores lo relacionan con una agresión sexual mientras la víctima se encontraba inconsciente.
Imagen de archivo de los Mossos d'Esquadra introduciendo a un detenido en el vehículo policial / MOSSOS D'ESQUADRA
El detenido se citaba en los domicilios de las víctimas, lo que le facilitaba el robo de sus pertenencias. Además, en ocasiones llevaba él la bebida, por lo que ya estaba manipulada con medicamentos para drogar a los individuos. El ladrón vivía en un hotel de Barcelona, donde le identificaron y arrestaron. En la detención, los agentes realizaron una inspección de la habitación donde encontraron varias tarjetas de crédito, joyas, relojes de alta gama y aparatos electrónicos. Además, tenía varias identidades falsas y drogas, las que posiblemente usaba para dormir a las víctimas. El cómplice también ha sido identificado, pero no detenido, por lo que está en busca y captura.
33.000 EUROS
El valor de todo lo que los Mossos ha podido recuperar alcanza los 33.000 euros, mientras que las compras fraudulentas que realizaban con las tarjetas robadas sería de 7.000 euros. El arrestado ha ingresado en prisión después de pasar a disposición judicial, y su compañero ha sido identificado y se encuentra en busca y captura.