Operativo policial contra los Latin Kings en Barcelona, el 10 de junio de 2015 / EFE

Operativo policial contra los Latin Kings en Barcelona, el 10 de junio de 2015 / EFE

Sucesos

Así funcionan los Latin Kings en Barcelona y L'Hospitalet: armas y drogas para sustentar una organización criminal

Las férreas normas internas prevén palizas por desobedecer y obligan a dar la vida por los compañeros y a obedecer ciegamente al jefe

23 abril, 2024 23:30

La Guardia Civil desarticuló esta semana la organización de los Latin Kings en España, que funcionaba bajo la denominación de Reino Hispano. Se trata de una organización jerarquizada con un férreo control sobre sus miembros similar a una secta peligrosa.

En España, actúa bajo una estructura de la cual dependen los Capítulos, que son las organizaciones territoriales que lo componen. En Catalunya, existen el Capítulo de la Costa (resultado de la fusión del Capítulo de Reus y el de Cubelles), el Capítulo de Granollers, el Capítulo de Rubí y el Capítulo de Sagrada Família, que engloba las ciudades de Barcelona y Hospitalet.

La estructura de Barcelona está formada por una quincena de miembros “cuya actividad criminal consistiría en la comisión de delitos contra las personas, concretamente lesiones y amenazas como consecuencia de la participación de sus miembros en reyertas y ajustes de cuentas, delitos de tráfico de drogas y delitos de estafa, existiendo además sospechas de que algunos de sus miembros podrían estar en disposición de armas de fuego”. Así lo dice un auto judicial que disecciona la organización tras una redada efectuada por varias unidades de la Guardia Civil que movilizaron a 250 agentes. La operación se saldó con 32 detenciones de miembros de todos los capítulos catalanes. De ellos, una quincena era de Barcelona. El número total de soldados de la organización, sin embargo, se sitúa en unos 60 miembros en Catalunya.

Gran abanico de delitos

La Guardia Civil considera que los delitos atribuidos a los detenidos son de una amplia gama: lesiones, amenazas, coacciones, homicidios, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y estafas. Los jefes se la organización se valían de su ascendencia para que sus soldados cometiesen esos delitos, así como robos con violencia “siguiendo las directrices de la estructura de la banda bajo un rígido código interno”.

Un grupo de Latin Kings en una imagen de archivo

Un grupo de Latin Kings en una imagen de archivo EUROPA PRESS

La Nación Hispana está ‘gobernada’ por dos Supremas: J.A.M.R., detenido en el Aeropuerto de Barajas cuando estaba a punto de tomar un avión hacia Sudamérica, y M.C.R.H., una mujer que es la jefa de las Latin Queen. En la capital catalana, los Latin Kings están ‘gobernados’ por O.E.M.C., alias ‘Pistolas’. Es el Inca, nombre que se le da al jefe supremo del Capítulo. Bajo él, en la estructura, se encuentra A.A. de la C.C., alias ‘Cops’, con el cargo de Cacique, es decir el segundo de a bordo. El tercero, V.E.T.G., alias ‘Mochila’, es el Jefe de Guerra o Tercer Corona.

La estructura de Barcelona se complementa con más miembros, incluyendo a M.A.R.V., alias ‘Chileno’, pareja sentimental de una de la Suprema M.C.R.H.. También están ‘Perroso’, ‘Joshua’, ‘Arca’, ‘Bélico’, ‘Lobo’, ‘Trompex’, ‘Edu’ o ‘Happy’ (que es una chica también conocida como ‘Baby Happy’ integrada en Latin Queen). Pero también tiene a lo que se conoce como Fases o miembros de menor rango, la carne de cañón de la organización cuyo cometido es sólo obedecer las órdenes que les dan sus jefes y que no tienen derechos. Se trata del principio de obediencia debida.

Prohibida la homosexualidad

Las férreas reglas de la banda incluyen severos castigos internos que incluyen las agresiones físicas a los que no se sometan a las reglas. Estas agresiones incluyen golpes durante un mínimo de 30 segundos por parte de uno de los integrantes, elegido por el jefe. Los castigos son infligidos a la vista de los restantes miembros de grupo para escenificar el escarmiento. “El desconocimiento, desacato o disidencia están sancionados con castigos físicos de distinta índole, los más empleados consistentes en agresiones durante un tiempo mínimo de 30 segundos y un máximo indeterminado en función de la gravedad de los hechos. En todos los casos, la finalidad es que el sancionado tenga presente la organización de los Latin Kings y sus normas y disciplina, buscar con ello el escarmiento y la cohesión grupal bajo la conminación a sufrir una agresión mayor y en el último caso, para dejar una marca visible y permanente de su conducta”, relata un auto judicial.

Objetos de los Latin Kings confiscados por la policía

Objetos de los Latin Kings confiscados por la policía EUROPA PRESS

Los miembros, además, han de conocerse las reglas de la organización so pena de recibir también castigos públicos. En su manual, por ejemplo, se prohíbe la homosexualidad, así como “las actividades homosexuales, bisexuales y transexuales. Cualquier miembro que participe en actividades homosexuales será suspendido de la nación y puesto a investigación”.

Copiado de los Black Panthers

El manual de normas es conocido como la Literatura en la jerga interna de la banda. En su manual se dice también textualmente que “cada miembro de la nación honrará y respetará y protegerá con su vida las vidas y reputación de todos los miembros de la Almighty Latin King & Queen Nation”. Esta apreciación está sacada del manual de la organización de los Black Panthers, que nació en la segunda mitad del siglo XX en los Estados Unidos para reivindicar los derechos de los negros.

Es obligatorio asistir a todas las reuniones de la banda, que se celebran, salvo contadas excepciones, los primeros domingos de cada mes. Para evitar el control policial, utilizan guarderías o locales donde esconden material ilícito, ya sean drogas o armas. En su jerga, se refieren a éstas como juguetes, love o frijoles.

Una venganza inconclusa

Su peligrosidad queda de manifiesto con un episodio sangriento que ocurrió recientemente: el 23 de febrero pasado, miembros del Capítulo Sagrada Família protagonizaron una trifulca en un bar ubicado en la calle Aigües del Llobregat, de L'Hospitalet de Llobregat (al parecer, contra los Trinitarios, aunque se investiga si pudo ser contra los Maras), durante la cual resultó herido J.G.S., uno de los latins de esta organización. Para vengar la afrenta, O.E.M.C. recibió la ayuda de los otros capítulos del Reino Hispano, que se pusieron a su disposición para consumar la venganza.

El jefe Suprema J.A.M.R. encargó al Inca de Barcelona que planificase la respuesta y éste encargó a uno de sus hombres de confianza, ‘Mochila’, la planificación, el reconocimiento de la zona, la realización de croquis y el establecimiento de puntos de reunión. La venganza no tuvo tiempo de llevarse a cabo, pero la cuidada planificación desvela no sólo la peligrosidad de la banda, sino la colaboración de todos los Capítulos en la ejecución de acciones. “Se aprecia un claro establecimiento de roles y una jerarquía bien definida, con planificaciones complejas y avanzadas donde cada persona desarrolla una función concreta”, dice el juez en un auto.

Gran variedad de armas y drogas

En casa de O.E.M.C. se halló un machete de grandes dimensiones y en otros domicilios se encontraron también armas similares. En las redes, algunos de sus miembros hacían alarde de que también tienen armas de fuego reales, aunque no se encontró ningún arma real. Todos los integrantes de la organización, no obstante, disponen de armas blancas, machetes o, en ocasiones, pistolas de aire comprimido, como la que se halló en el domicilio de ‘Joshua’, propietario del bar sede de la organización. En casa de ‘Mochila’ y su pareja sentimental también se encontró una pistola eléctrica Táser. Armas similares, al parecer, estaban en posesión de miembros de los latins de Rubí, conforme se desprende de las conversaciones entre ellos grabadas por los agentes, aunque no se incautaron en esta operación.

El Inca de Barcelona tenía como principal actividad la compra y venta de sustancias estupefacientes y en un local de Hospitalet, propiedad de un miembro de la banda que oficiaba hasta ahora como sede de la organización se encontraron marihuana, hachís, cocaína rosa, éxtasis, pastillas, básculas y walkie talkies. En el domicilio del jefe había, asimismo, 31 dosis de crack y útiles para su elaboración y distribución.