Llucia Ramis, ganadora del Premio Llibres Anagrama

Les possessions, novela de la periodista y escritora Llucia Ramis, ha ganado este lunes el III Premio Llibres Anagrama de novela en catalán. El jurado integrado por Guillem Gisbert, Sergi Pàmies, Isabel Obiols, Imma Monsó, Mita Casacuberta y la editora Silvia Sesé han seleccionado la obra de Ramis –que reflexiona sobre la corrupción urbanística y la crisis del periodismo– entre las 28 que se han presentado. Los motivos han sido por la “maestría y solidez narrativa” y que ha confeccionado una novela compuesta por “múltiples capas” narrada a través de una voz “de gran humanidad” y con “una lengua rica y vibrante”.

La periodista mallorquina ha señalado en la presentación que en el libro conjuga "todos los tabúes de una familia, todo lo que había sido silenciado, tabúes que parten de la corrupción". Les possessions es, según la autora, "un libro crítico, aunque no de denuncia" y su título habla de "las posesiones en el sentido mallorquín de fincas familiares, pero también de las cosas que tenemos, que anhelamos, que queremos, y de las que perdemos en ese afán por ser cada vez más rico y poderoso, que acaba con algunas familias".

PERIODISMO DE LA VIEJA ESCUELA

En relación con el periodismo, Ramis lanza "un canto de cisne sobre el periodismo de la vieja escuela, que explica esa sensación de que estamos bien informados sin pasar por el periodista". La autora, que recibirá 6.000 euros correspondientes a la dotación del galardón, ha explicado que no concibe la literatura y la forma de leer y de escribir "sin riesgo" y por eso decidió presentarse al premio: buscaba una excusa para acabar la novela.

En este sentido, Sergi Pàmies, en representación del jurado, ha remarcado la capacidad de Ramis para "mezclar temas como la corrupción, el desamor, el amor, la precariedad laboral de los periodistas, el traslado de una persona que busca un mundo arcádico y que se encuentra una Barcelona en plena decadencia".

En la novela de ficción, que se publicará en marzo, la narradora viaja de Barcelona a Palma para poner freno a la espiral conspiranoica de su padre, que con la jubilación ha pasado de ser un plácido profesor de instituto a iniciar una batalla legal contra un presunto delito urbanístico. En un fin de semana de encuentro familiar, se reabren viejas heridas de una familia marcada por un suceso ocurrido en Madrid en 1993: el empresario Benito Vasconcelos, exsocio de su abuelo, asesina a la mujer y el hijo y se suicida.