TMB tardará 4 años en retirar los vagones con amianto
Tampoco está previsto que se hagan pruebas médicas extra a la totalidad de la plantilla
23 octubre, 2018 17:00Noticias relacionadas
Los responsables de TMB han anunciado que tardarán hasta cuatro años en cambiar los vagones del metro afectados por el amianto. Los responsables de la compañía, no obstante, han asegurado que no existe riesgo para la salud de los usuarios y de los trabajadores, tras los controles realizados en los trenes e instalaciones del suburbano barcelonés. Su versión no es compartida por antiguos trabajadores de la compañía.
El consejero delegado de la empresa, Enric Cañas, ha asegurado que “en las pruebas que se han realizado, según establece la ley, no se ha detectado presencia de amianto que suponga un riesgo para la salud de las personas”.
Tras reconocer que por el momento ha descubierto amianto en 38 vagones de los 109 que han analizado y que aún quedan por analizar otros 111, el consejero delegado de TMB ha manifestado que “los vagones seguirán circulando según las necesidades y la disponibilidad”, y ha reconocido que tardarán entre 3 y 4 años en sustituirlos: “Todos los vagones con amianto están al final de su vida útil, que es de unos 35 años. Ya había una proyecto para reemplazarlos, pero no se puede acelerar ya que las empresas que los fabrican tienen sus propios tempos”.
ENCAPSULAMIENTO
Para solventar de manera temporal el asunto, los responsables han optado bien por retirar el amianto detectado o bien por su encapsulamiento, aislarlo en el mismo lugar en el que se ha encontrado. Todo ello dependiendo de si es fiabre o no, es decir, si se puede desprender de la pintura a la que está unido o si no, aunque sobre ello hay opiniones divergentes y algunos expertos apuntan a que lo movimientos constantes de los vagones pueden contribuir a que algunas fibras se escapen incluso cuando han sido consideradas no fiabres.
Respecto a la presencia de amianto en las instalaciones del Metro, Jordi Micas, director de mantenimiento, ha afirmado que “se ha detectado presencia de amianto en unos 200 puntos, pero que no tienen incidencia sobre los pasajeros ni los trabajadores”, aunque no ha precisado los lugares concretos en los que se ha detectado. “Y siempre que se ha podido eliminar, se ha eliminado y lo ha hecho una empresa especializada que ha tomado todas las precauciones necesarias”.
ANÁLISIS A LOS TRABAJADORES
Preguntados por si se iba a someter a todos los trabajadores de la empresas a los controles médicos necesarios para detectar posibles afectaciones por amianto, el responsable de Salud y Seguridad de la empresa, el doctor Miquel Mira, ha asegurado que “desde el punto de vista técnico no tiene sentido incluir a todos los trabajadores del Metro. Hacemos mediciones ambientales y todas han dado resultados diez veces por debajo de los límites permitidos. Las pruebas se hacen de acuerdo con lo que marca la ley, y hay 4 laboratorios acreditados que las analizan. Peso no tiene sentido que todos los trabajadores se sometan a los análisis”.
Además, el médico ha afirmado que, por el momento, todas las pruebas que han realizado a los trabajadores han resultado negativas y que no conocen ningún caso de afectado por amianto en el Metro.
TENSIÓN
No ha expresado la misma opinión Miguel Moreno, ex trabajador de Macosa, una de las empresas que hizo trabajos en los vagones del Metro y de la que hay numerosos trabajadores afectados por contaminación de amianto. Moreno ha puesto en cuestión algunas de las afirmaciones que han hecho los actuales responsables del Metro y les ha pedido que hagan públicos los documentos que demuestran que las afirmaciones que acababan de hacer eran ciertas, para de esa manera poder garantizar a los ciudadanos que las instalaciones del Metro son completamente seguras si se habla de amianto.
Las explicaciones de Moreno, que ha afirmado estaban basadas en las opiniones de médicos expertos, han causado un cierto malestar entre los ejecutivos de TMB y se ha producido un pequeño momento de tensión entre el ex trabajador de Macosa y el médico de la entidad. Este ha asegurado que los resultados de los análisis son concluyentes. “Las hemos hecho en todas partes y siempre, incluso en los peores escenarios, han sido negativas. Todo el mundo sabe que en cualquier exposición a tóxicos hay dos factores importantes, el tiempo de exposición y la dosis a la que se está expuesto. No por fumar un cigarro se coge cáncer de pulmón y no por respirar una fibra de amianto pasa lo mismo”, ha zanjado.