Ousmane Dembélé es un crack. Un futbolista mediático, superlativo en el campo y desesperante cuando se le va la cabeza. Hace apenas un mes, muchos pedían la cabeza del delantero francés por sus actos de indisciplina, ignorando que era un jugador único, desequilibrante, de los que encaran sin miedo a su rival y goleador. En los buenos y, sobre todo, en los malos momentos. Nada excepcional, por otra parte, en el Barça.
Dembéle, siempre a su bola, ofreció su mejor versión en el último partido de 2018. Ubicado en la banda izquierda, marcó el primer gol del Barça contra el Celta (2-0) tras recoger un rechace de Rubén Blanco en una jugada de tiralíneas entre Messi y Alba. Era el minuto 10.
El francés marcó, así, su cuarto tanto en las seis últimas jornadas. Dembélé ya fue decisivo en Vallecas, donde anotó el empate en la remontada del Barça ante el Rayo Vallecano (2-3) y dio un punto en el Wanda Metropolitano, firmando las tablas contra el Atlético (1-1,) saliendo desde el banquillo. Posteriormente, colaboró en la goleada al Espanyol (0-4).
En este período de tiempo, Dembélé sólo se ha quedado sin marcar contra el Villarreal y el Levante. Otra cosa: también marcó en el cierre de la fase de grupos, contra el Tottenham (1-1).
COUTINHO, SU SUSTITUTO
El futbolista galo mezcló bien con Rakitic, pero también con Alba y Messi. Nunca se esconde y cada día entiende mejor los automatismos de un Barça que ha encontrado el equilibrio deseado. Mediada la segunda parte, Valverde optó por retirar a Dembélé y dio entrada a Coutinho. La hinchada azulgrana, tan exigente, premió al goleador francés con una ovación.
La felicidad de Dembélé contrasta con el apagón de Coutinho. Al brasileño nadie le discute su talento, pero sí su entrega y sus altibajos. Futbolista de una técnico muy depurada, desconecta muy fácilmente de sus obligaciones y no progresa adecuadamente. Es demasiado intermitente y Valverde prefiere a Dembélé. Y ya se sabe que Messi y Suárez son intocables y que el técnico azulgrana quedó desencantado de sus pruebas con los cuatro cracks en el campo.
EL BARÇA SUMA 37 PUNTOS
Dembélé marcó el primer gol y Messi el segundo para un Barça que suma 37 puntos, tres más que el Atlético de Madrid, tras haberse disputado 17 jornadas de Liga. El Real Madrid, el eterno rival, está a ocho puntos, pero ha jugado un partido menos y este sábado ganó el Mundial de Clubes.