Casa de l'Arcadia, el edificio que esconde la historia de Barcelona
Su importancia es crucial en la transmisión de valores del pueblo catalán
16 noviembre, 2019 08:53Noticias relacionadas
A pocos metros de la catedral de Santa Eulalia, en pleno barrio Gótico de Barcelona, se encuentra uno de los edificios que, pese a no ser tan conocido como otros, se ha convertido en un elemento clave para la transmisión de valores del pueblo catalán. Se trata de la casa de l'Arcadia, una característica construcción cuya personalidad la diferencia del resto de edificios próximos a ella. La casa de l'Arcadia fue construida en diferentes épocas, mezclando elementos típicos muy diversos en su fachada.
La importancia de este lugar radica en haberse convertido en el espacio donde se guardan todos los archivos históricos de la capital catalana, convirtiéndose en la sede del Archivo Histórico de Barcelona desde el año 1921. A nivel arquitectónico, la casa destaca porque que desde su interior es uno de los pocos lugares en los que todavía se puede admirar la belleza de la antigua muralla de la ciudad.
BIEN DE INTERÉS CULTURAL NACIONAL
La casa de l'Arcadia ejerce una importancia tan notable en la ciudad que en el año 1924 fue declarada Bien de Interés Cultural Nacional. La construcción cuenta con diferentes atractivos en su interior, siendo su patio interior uno de los principales. Rodeado por columnas, desprende una gran belleza gracias a la vegetación que crece en su interior.
Cobra especial relevancia la palmera datilera que se encuentra, con fecha del año 1873 y fue declarado Árbol de interés local. El paso de los años ha convertido a esta característica palmera en una de las señas de identidad del recinto.
CON LA PRESENCIA DE LLUÍS DOMÈNECH
Lluís Domènech i Muntaner, uno de los principales arquitectos del modernismo junto con Antoni Gaudí, fue el encargado de diseñar el buzón de estilo modernista que se puede contemplar en una de sus paredes. Este buzón cobraba una especial relevancia cuando este mismo edificio daba cobijo al Colegio de Abogados de la ciudad, cuando era habitual su uso como vía de comunicación entre los abogados y sus clientes.
El buzón también despunta porque está cargado de simbolismo. Las tres golondrinas talladas simbolizan la libertad de la justicia. Mientras que la tortuga representa las dificultades que caracterizan a la mayoría de procesos burocráticos, caracterizados por su lentitud.