DeRose, el “método” brasileño: qué se esconde tras esos ‘cuerpazos’
Con una disciplina de alto rendimiento, busca “generar un impacto positivo en la sociedad”
16 noviembre, 2019 00:00Luis Sérgio Álvares DeRose es el otro Paolo Coelho de Brasil. Pero, a diferencia del gurú de la autoayuda, él se expresa sin tanto misticismo ni pretensiones: va al grano, es directo. Su filosofía –basada en las creencias orientales– se ha convertido en un método de alto rendimiento que desde 1960 se transmite a través de sus libros –bestsellers– y sus más de 200 escuelas esparcidas a lo largo y ancho del mundo. Barcelona cuenta con dos de ellas: una en Sant Gervasi, la otra en el Eixample.
La intención de este método protagonizado por jóvenes saludables y físicamente esbeltos es “impactar positivamente en la sociedad a través de la mejora del individuo con un profundo autoconocimiento”. Así lo explica Mariana Chiavini, una brasileña que dejó su vida y su trabajo en el sector de la comunicación al otro lado del Atlántico para montar su escuela DeRose Method junto con dos otros socios, Gabriela Cruz y Umberto Ribeiro.
VIDA SALUDABLE PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO
La dinámica de este método va más allá de ejercitar el cuerpo con prendas ochenteras que comercializan. Busca promover las buenas acciones y comportamiento, el apoyo de la comunidad, un estilo de vida consciente basado en una dieta vegetariana, la motivación hacia la perfección y la mejora del rendimiento físico, mental y emocional mediante técnicas y conceptos. "También es importante participar en las actividades del centro”, especifica Chiavini.
De hecho, la distribución del espacio visitado en el Eixample está pensada justamente para eso. Sofás, una cocina abierta, plantas, luz, guitarras y una gran mesa que confunde a quien pasa por delante puesto que parece un lugar de coworking. “¡Esa es la idea!”, ríe entusiasmada después sorber un poco de chai latte de su taza. Un punto de convivencia para los miembros del club.
PÚBLICO AMBICIOSO Y CON PROYECCIÓN
Sus valores y metodologías enfocadas un público ambicioso –tanto a nivel físico como mental– emana cierto olor a secta. Además, su forma de acceder al club es a través de una invitación personal de algún miembro del grupo o con una entrevista presencial. Sin embargo, ellos lo desmienten. “No está relacionado con ninguna religión ni rama espiritual, son prácticas naturalistas, más físicas”, indica en conversación con Metrópoli Abierta.
Con este método, la persona que lo practica experimenta grandes beneficios. Ayudan a reeducar la respiración, a administrar el estrés, a descontraer las emociones, mejorar la flexibilidad y la concentración mental. “Al final el aspecto físico es lo menos importante”, insiste Chiavini.
Esta filosofía –que pasa prácticamente desapercibida en España– ya ha atraído a personas adineradas. “A nuestro centro vienen altos empresarios sometidos a grandes presiones que quieren convertirse en referentes para sus trabajadores, por ejemplo”, explica. En el centro de Sant Gervasi, no obstante, se focalizan más en deportistas de alto rendimiento. Una de ellas es, sin ir más lejos, la gimnasta olímpica Almudena Cid.
EJERCICIOS DURANTE EL DÍA A DÍA
El método no solo trabaja entorno a la inteligencia emocional, la meditación o el mindfulness, sino con ejercicios durante el día a día. “Tenemos uno llamado 'tres veces tres' acciones de civismo”, comenta. Eso significa que la persona que esté comprometida con el método debe realizar nueve buenas acciones diarias que beneficiarán tanto a la persona ayudada como a ella misma y otros seres que presencien la acción.
El método DeRose, asociado a personas de aspecto caucásico y con cuerpazos, tiene buena acogida en Barcelona, donde también se realizan cenas sensoriales, charlas y talleres abiertos a todos los públicos. “Aquí la gente es muy receptiva y existe una gran cultura de solidaridad”, sonríe Chiavini. Porque si algo no falta en esta filosofía es la sonrisa encajada y una apabullante amabilidad que no descansa nunca.