La Iglesia de Sant Genís dels Agudells, en el barrio barcelonés del mismo nombre, es una de las diez parroquias más antiguas de Barcelona. El edificio actual es de 1571, pero fue fundada en el año 931, dedicada al mártir romano Genís el Comediante, y al mártir provenzal Genís El Escribano (un caso de duplicación de personalidad hagiográfica). El año 1359 pasó a depender del monasterio de Sant Jeroni de la Vall d’Hebron, y, en 1867, a la parroquia de Sant Joan d’Horta.
El conjunto medieval de Sant Genís dels Agudells está formado por la iglesia, la rectoría, el cementerio parroquial y la masía de Can Safont, del siglo XIII. El templo tiene una sola nave con crucero, varias capillas y una puerta adintelada. Buena parte de los ornamentos, mobiliario e imágenes originales se perdieron en un incendio, al inicio de la guerra civil, en 1936. Pero en su interior guarda una imagen del padre Francesc Palau, fundador de los Penitentes, y en la fachada se conserva, esculpida, una cruz gótica.
Vista de la iglesia de Sant Genís dels Agudells, con el Tibidabo al fondo / INMA SANTOS
MASÍA DEL SIGLO XIII
La masía de Can Safont, documentada en el siglo XIII, ha sido reconstruida tantas veces que no conserva nada de su aspecto original, y actualmente acoge una escuela de aprendices que depende del Obispado de Barcelona. En cambio, la casa parroquial mantiene todavía la piedra trabajada en las ventanas y el portal con un arco de medio punto. En la fachada, un original reloj de sol reza: “Jo sense sol i tu sense fe, ni tu ni jo som res”: pese a su aspecto, es un ornamento reciente, de 1997.
El campanario, de planta cuadrada, es del siglo XVII, tiene unos 22 metros de altura y està Coronado por un esbelto tejado piramidal de cerámica vidriada de colores.
Conjunto arquitectónico de Sant Genís dels Agudells en Horta / INMA SANTOS
Completa el conjunto el cementerio, el único que queda dentro del núcleo urbano de la ciudad y que no depende del Ayuntamiento. Tiene un millar de nichos y en él aún se celebran entierros. En este cementerio estuvo enterrado Manuel Carrasco i Formiguera, militante de Unió Democrática de Catalunya, fusilado en Burgos en 1938, hasta que en el 2001 fue trasladado al cementerio de Montjuïc.
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