En la calle Pujades, 292-300, arropada por unos modernos edificios, descansa un gigante que recuerda el pasado industrial, no tan lejano, de Poblenou. Se trata de la chimenea troncocónica de ladrillo visto, que formaba parte de la antigua planta embotelladora de la leche RAM (Lactaria Española), único vestigio que se decidió preservar de las antiguas naves, situadas en un solar delimitado por las calles de Subidas, Bac de Roda, Llull y Fluvià, hoy conquistado por modernas viviendas.

Esta fábrica se construyó en 1963 y dio trabajo a más de 600 personas, hasta su cierre en 1991 o 1992. Pero los orígenes de la RAM se remontan a 1934, cuando Jaume Serra Noy y Francesc Casanovas Garrigues fundaron RAM Sociedad Anónima, dedicada a la elaboración, industrialización y comercio de sustancias alimenticias y sus derivados. El embotellado y fabricación de leche bajo esta marca es posterior a la guerra civil: el registro de la marca RAM está fechado el 18 de marzo de 1946. Paralelamente, en 1941 inició su actividad La Lactaria Española, sociedad que en 1954 adquirió RAM y que tenía fábrica en Sils (más tarde se trasladó a Vidreras).

En 1959, la producción diaria era de 18.000 litros, y, en 1965, dos años después de la entrada en funcionamiento de la fábrica de Barcelona, alcanzó los cerca de 85.000. “Ram, Ram, Rampataplán” era el estribillo que popularizaron las cuñas radiofónicas de la época que anunciaban la marca mientras su consumo se extendía por toda España. En 1974, tras abrir otra planta en Alcalá de Guadaira, el grupo entró a formar parte del Instituto Nacional de Industrias, que reorganizó el grupo y vendió La Lactaria Española a Tabacalera Española en 1988. Y, tras numerosas adquisiciones y fusiones, en el año 2000, la empresa fue adquirida por el grupo Puleva.

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