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¿Cuál es el cáncer más común en el hombre y cómo se trata?
El especialista en oncología médica del Centro Médico Teknon, Joan Carles, explica en qué se basa el diagnóstico y el abordaje de esta enfermedad, que supone uno de los principales problemas de salud masculina
3 febrero, 2021 00:00Noticias relacionadas
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El cáncer más frecuente en el hombre es el de próstata, sin embargo, no es el tumor que ocasiona más mortalidad. De hecho, el especialista en oncología médica del Centro Médico Teknon, Joan Carles, explica que en la mayoría de las ocasiones se presenta en estadios localizados. “En nuestro medio se estima que únicamente alrededor de un 7% de estos tumores se diagnostican inicialmente con enfermedad metastásica”.
Los síntomas pueden ser variados, pero el más frecuente es la alteración o la dificultad para orinar, (o ambos). Según el doctor, en las fases iniciales de la enfermedad este problema no causa ninguna alteración perceptible por el paciente, en cambio, en casos de enfermedad localmente avanzada o metastásica se pueden presentar diferentes cuadros: “Sangre en la orina (infiltración de la vejiga), inflamación de las piernas o de la zona del escroto (dificultad de drenaje linfático), o bien dolor óseo debido a la existencia de metástasis”, señala Carles.
¿ES NECESARIO EL CRIBADO?
Si bien suscita mucha controversia entre los especialistas el establecer programas de cribado en los varones entre 50 y 70 años, las sociedades científicas coinciden en que no es necesario aplicar una política de cribado a los hombres de más de 70 años.
Existen distintas pruebas para detectar el cáncer de próstata a tiempo, pero las más relevantes son el tacto rectal y la determinación del PSA.
PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO PRECOZ
“Es muy importante que una persona que quiera realizar pruebas de diagnóstico precoz sea informada de la posibilidad del sobretratamiento, es decir, en algunos casos se puede diagnosticar y realizar un tratamiento por un tumor que no va a condicionar su pronóstico vital”, indica el doctor Carles.
Por el contrario, añade, “la aplicación de este tratamiento sí que le podría ocasionar un problema de salud. Por esta razón es muy importante que antes de iniciar un programa de cribado hable con el médico especialista, fundamentalmente con el urólogo”.
COMITÉ MULTIDISCIPLINAR
Tal como ha explicado el doctor, en la mayoría de los casos se diagnostica la enfermedad localizada, por lo que los tratamientos tendrán este enfoque. Así, ante cualquier diagnóstico positivo, antes de tomar una decisión terapéutica, es necesario que cada caso se presente ante un comité multidisciplinar. Una evaluación individualizada y una visión multidisciplinar son el foco de los Comités de Tumores.
Estos comités tienen la misión de reunir a todos los profesionales que participan en el proceso diagnóstico y terapéutico con el único objetivo de abordar y consensuar la decisión de tratamiento más adecuada para cada enfermo, así como de optimizar el seguimiento del paciente durante todas las etapas de su enfermedad.
PROSTATECTOMÍA RADICAL
Las opciones en tratamientos con fines curativos son la cirugía (prostatectomía radical), ya sea abierta, laparoscópica o robótica, y el tratamiento de radioterapia. De este modo, la experiencia de los especialistas, cirujanos y radio oncólogos es clave en cada caso.
Por otra parte, en según qué casos, los médicos pueden recomendar, en vez de tratamiento, la vigilancia activa. “La vigilancia activa puede ser la alternativa para aquel cáncer de próstata que no ocasiona síntomas, que por características biológicas se espera que crezca muy lentamente y está confinado a una pequeña zona de la próstata”, explica el especialista.
SECUELAS Y VIDA SEXUAL
Sin embargo, este tipo de cirugías pueden dañar los nervios y provocar disfunción sexual (problemas de erección). Esto se debe a la afectación de los nervios y vasos que intervienen en la erección y que se encuentran en íntima relación con la próstata. El tipo de impotencia provocada es la denominada “coeundi” y que imposibilita el coito. Estas alteraciones pueden aparecer de forma indistinta tras los tratamientos de cirugía o radioterapia, aunque poseen unas características cronológicas distintas
En la cirugía la impotencia aparece inmediatamente tras la intervención y puede ir mejorando a lo largo del tiempo, en cambio, en el tratamiento con radioterapia la evolución es al revés. “Inicialmente no parece que exista deterioro, pero esto puede aparecer con el paso de los años; la fibrosis originada por la radioterapia ocasiona un deterioro progresivo de los vasos y de los nervios responsables de la erección”, concluye el doctor.