“Aquí está”, diría un viajero en el tiempo al descubrir esta iglesia en la Rambla de Catalunya 115, en pleno Eixample. Me explico: la iglesia gótica original del convento agustiniano de la Mare de Déu de Montsió, construida entre los siglos XIV y XV, estaba situada originalmente en Ciutat Vella, en la calle que aún conserva su nombre, hasta que, en 1882, el edificio se trasladó a su emplazamiento actual. Hoy, aunque es conocida como la iglesia de Santa Maria de Montsió, es sede de la parroquia de Sant Ramon de Penyafort.
Su cambio de ubicación se hizo siguiendo un proyecto llamado “de reconstrucción”, aunque tal vez sería más apropiado decir “de reformulación”, pues resulta muy complicado averiguar qué elementos pertenecen a la obra original y cuáles son fruto de la recreación historicista de Joan Martorell Montells, autor del proyecto. A él se le adjudicando los contrafuertes, el pórtico y prácticamente toda la fachada, por ejemplo. Vamos, que nuestro viajero en el tiempo tendría problemas para identificarla.
TEMPLO DE UNA NAVE
El templo (actual) es de una sola nave con ábside poligonal y vueltas de crucería en cinco tramos. La portada, neogótica, está presidida por una imagen de la Virgen de Roser, obra de Maximí Sala.
¿Y el claustro? Pues... el claustro del antiguo convento, que desde el siglo XV estuvo regentado por monjas dominicas, también fue trasladado. Pero no echó raíces: después de la guerra civil, aún cambió de ubicación una vez más. Así fue como acabo en Esplugues del Llobregat, donde se reubicaron las monjas.
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