Uno se detiene frente al número 77 de La Rambla y no puede evitar preguntarse: ¿quién sería capaz de meter con calzador un edificio en un espacio tan estrecho? Y la respuesta es... ¡Enric Sagnier!

El arquitecto superó el reto de la estrechez entre dos medianeras y construyó por encargo, en 1911, la casa del Doctor Genovés. Se trata de un edificio modernista de cuatro pisos pensado para establecer una farmacia,  vivienda y un laboratorio químico.

MOSAICOS VEGETALES

En la fachada destacan los mosaicos vegetales, de Lluís Bru, donde domina el color azul, así como el trabajo escultórico. Los arcos apuntados de la entrada y del tercer piso, los conopiales y el escudo que preside la entrada son típicos de la corriente neogoticista tan de moda durante aquellos años. Los tres primeros pisos se abren con grandes ventanales concebidos como una única gran vidriera catedralicia. El piso superior, en cambio, muestra una galería de tres ventanas, bajo un alero pronunciado.

La casa del Doctor Genovés es una pequeña obra de arte de un Sagnier experimentado y de renombre, que ya había levantado bastantes edificios en la ciudad, la mayoría por encargo y para las clases acomodadas.

--

Descubre más curiosidades y rincones de Barcelona en la cuenta de Instagram @inmasantosherrera [link directo]

Noticias relacionadas