Los escaparates como arte, el reclamo para la compra, pero también para el paseo, para la dinamización del comercio y para levantar el ánimo. Un grupo de artistas, con el impulso del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, se ha volcado en la transformación de distintos comercios del Barri Gòtic, con propuestas creativas desde distintas disciplinas.
Se trata de la llamada ‘ruta de los escaparates artísticos’, que tiene su punto de partida en la Sala Parés y que reinterpreta el espíritu del Auca del Senyor Esteve. La iniciativa, que tiene como comisarios a Fèlix Riera y Llucià Homs, directores de la publicación cultural Hänsel y Gretel, pretende potenciar los escaparates como espacios de comerciales y de diálogo con los ciudadanos.
ARTES ESCÉNICAS Y LITERATURA
Con la idea de que son los comercios el alma de los barrios, y que se debe proteger su singularidad, frente a la uniformidad de los establecimientos de las grandes ciudades, el consistorio ha buscado la colaboración de diferentes artistas.
La ruta surge de la Sala Parés y sigue por los escaparates de los comercios de la calle Petritxol, del Pi y Palla, y algunas calles adyacentes. Participan los artistas Lara Fluxà, Sok Kan Lai, Dominika Berger, Marcos Palazzi, Ari Gardiazabal, Alicia Kopf, Jaime Serra, Albert Serra, Joan Fontcuberta, Gino Rubert, Miquel Aparici, Montse Valdès y Albert Espona.
Todos ellos, desde las artes visuales, escénicas, del cine o de la literatura, han ‘intervenido’ en los escaparates de Sant Joieria, Marcs Petritxol, Sala Parés, Yellowkorner, Conesa Papereria, Joieria Petritxol, Accent Created Diamonds, Fargas Xocolateria, Antiguitats Olga de Sandoval y Villa del Arte.
RECUPERACIÓN ANÍMICA
¿Objetivo? La intervención artística quiere potenciar “la importancia de los escaparates como espacios comerciales y de diálogo con la ciudadanía con la idea de contribuir a la recuperación tanto económica como anímica de la ciudad”.
La acción, con el apoyo de Jaume Collboni, responsable del área económica del consistorio, se inspira en la relación entre comerciantes y artistas que expuso Santiago Rusiñol en el Auca del senyor Esteve. Y el lugar de la ruta es indicativo: un plafón de cerámica de la obra se encuentra en la entrada de la calle Petritxol desde 1956. Su autor es Josep Aguadé, que utilizó los dibujos originales de Ramon Casas y los pareados de Gabriel Alomar.