Lluvia de críticas a Jordi Rabassa, el regidor de Ciutat Vella, por su radical oposición al regreso de los turistas a Barcelona. Los empresarios de hoteles, restaurantes y comercios ansiaban este momento para lograr, "de una vez por todas", la recuperación económica tras el duro golpe de la pandemia. No obstante, desde el consistorio han tachado la situación de "insoportable". "El empresariado del turismo está satisfecho, pero esta situación no aporta nada positivo ni para las vecinas ni para la actividad económica de proximidad", aseguró Rabassa. 

Ante estas declaraciones, el sector afectado se planta contra el regidor por "recurrir a la turismofobia" y no tener "consideración" tras más de dos años de "duras pérdidas económicas". Desde el Gòtic, una de las zonas de Ciutat Vella donde ha habido más movimiento de turistas, claman contra una posición "extremista" y denuncian que se cometan los mismos errores de siempre. Eva Vila, miembro de la asociación de vecinos Fem Gòtic, asegura a Metrópoli que "no es un problema de pandemia y que ha habido tiempo para rectificar". "Barcelona no ha aprendido nada", apunta Núria Paricio, la gerente de Barcelona Oberta.

"BUSCAR UN EQUILIBRIO"

Vila añade que desde su asociación "nunca han rechazado el turismo, sino que apuestan por un equilibrio". En esa misma línea opina Enrique Alcántara, presidente de Apartur, la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona, que considera que el problema está en "los pisos turísticos ilegales".

"Las licencias de pisos turísticos son los mismos desde hace 15 años, es decir, la ocupación en la zona de l'Eixample y de Ciutat Vella –los distritos más concurridos, es la misma desde entonces", asegura. "Habría que darse cuenta que el problema viene de la falta de regulación", apunta. 

Turistas paseando por la Rambla en plena ocupación hotelera en una Semana Santa anterior al covid-19 / EFE

CIFRAS

Apartur celebra, "sin lugar a dudas", los datos obtenidos durante la Semana Santa en Barcelona, tanto a nivel de ocupación como de gasto medio de los huéspedes. Los apartamentos turísticos han estado prácticamente al completo, con un 92% de la ocupación. "Son cifras magníficas tanto para los anfitriones como para la ciudad", celebran desde la Asociación.

Los hoteles, por su parte, han llegado a tener el 87% de su planta hotelera abierta y el Gremio de Hoteles confía en que "se llegará al verano con toda la planta hotelera reactivada". Preguntados por este medio, desde este gremio no han querido dar detalles de su posición respecto a las declaraciones de Rabassa. 

NUEVO MODELO TURÍSTICO 

Sí lo hacen desde Barcelona Oberta. Paricio tacha de "desafortunada" la posición de Rabassa. "En estos dos años de crisis en el sector terciario se ha demostrado lo necesario que es el turismo", explica. 

"Lo que sí que se debería hacer es conseguir, de una vez por todas, el turismo de calidad, que es un desafío para todos", añade. Por ello, sentencia que el problema está en el "modelo" y critica la "poca consideración con comercios y empresarios del regidor". "Es muy fácil hablar desde un puesto institucional", concluye. 

Visitantes en Barcelona, usuarios de pisos turísticos / METRÓPOLI

TIENDAS LOCALES 

Los mismos inputs llegan a pie de calle. María, una trabajadora de la Rambla que ha visto caer sus ventas durante la pandemia, se aleja de la "generalización" que se ha hecho desde el consistorio: "Parece que en el centro solo hay tiendas de souvenirs, pero hay muchas tiendas de proximidad que también necesitamos al turismo", asegura.

Josep Miquel, propietario de un negocio familiar de 1932 en la calle Ferran –una de las calles turísticas por excelencia–, también sufrió "una caída de la facturación del 80%" por la falta de extranjeros. Ahora, con la vuelta del turismo, se abre un "panorama de esperanza" que los comerciantes esperan "que en verano se consolide por completo". 

No obstante, los comerciantes también apuntan a la necesidad de cambiar el modelo turístico porque "el turismo de masas, por regla general, no se detiene a comprar". Así lo reflejan los datos: Barcelona ha sido una de las ciudades de España con un menor incremento en su capacidad de atracción a los comercios –tan solo un 14,5% más que en 2019–. 

Contraste de la calle Ferran con y sin turistas / METRÓPOLI

RESTAURANTES

Los restaurantes del centro que han resistido a la crisis también aseguran "recibir con los brazos abiertos" a los turistas. Rubén, dueño de un bar en el Gòtic, considera que una recuperación como la de Semana Santa era la única vía para "no terminar cayendo como muchos otros locales".

Desde el Gremi de Restauració consideran que el "balance de las vacaciones es positivo desde todos lados" y lo consideran "el primer paso firme" hacia la reactivación. "Ni si quiera tiene sentido valorar opiniones tan minoritarias como la del regidor de Ciutat Vella" porque creen que "la ciudad real no es la ciudad parada, eso era una anomalía". "Estos dos años han sido de sufrimiento extremo para miles de empresas, trabajadores y familias", concluyen. 

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