La bibliocabina de Sant Genís ya vuelve a estar operativa. La última cabina de Barcelona fue reconvertida en un punto de intercambio de libros, en el barrio de Sant Genís dels Agudells del distrito de Horta-Guinardó. Sin embargo, cuatro días duró intacta. Unos vándalos la pintaron y le provocaron desperfectos.
Un mes después, la bibliocabina vuelve a lucir en el barrio, esta vez con un manual de uso colgado en la puerta. En el escrito se indica, por ejemplo, que los libros no pueden ser enciclopedias o revistas y tienen que estar en buen estado. La bibliocabina también dispone de wifi que dará señal a las personas que acudan a la plaza donde se sitúa.
La bibliocabina de Sant Genís dels Agudells vandalizada / TWITTER - JAUME COLLBONI
NECESARIO CÓDIGO NUMÉRICO
Como medida extra de seguridad, y para evitar lo que sucedió hace unas semanas, será necesario conseguir un código numérico para acceder al puesto de libros. Este se autorizará en el Centre Cívic Casa Groga. El horario de funcionamiento será de 09:00 a 21:00 horas de lunes a viernes.
La estructura se ha reforzado y se ha hecho, además, un contrato de mantenimiento para que la bibliocabina esté siempre a punto.
Transformación de la última cabina de Barcelona en una 'bibliocabina' / AJUNTAMENT DE BARCELONA
YA SE REFORZÓ
Los vándalos se salieron con la suya a pesar de que la rehabilitación de la cabina se alargó un año entero para poder dotarla de elementos que la protegiesen de este tipo de actos. Doble cristal, protección anti grafitis o esta puerta automática eran algunas de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para preservar la iniciativa.
El coste de la restauración y reubicación de la cabina ascendió a los 70.000 euros y surgió de un movimiento vecinal y asociativo del mismo barrio.
LO DECIDIERON LOS VECINOS EN UNA CONSULTA
La propuesta de dar un nuevo uso a la cabina fue de una vecina, Anna Farré, que inició una campaña para preservarla. Tras ser restaurada, la construcción pasará a ser patrimonio histórico y urbanístico del barrio y de Barcelona.
El futuro de la cabina se decidió en una consulta vecinal en 2017. Entre otras ideas se planteó que el aparato tuviera una línea directa con el teléfono del civismo o el 112, que continuara con el mismo servicio de siempre o se convirtiera en un punto wifi.