Esta es la leyenda de la calle dels Petons, la más romántica de Barcelona

En el barrio de la Ribera, Sant Pere y Santa Caterina, muy cerca de la calle Comerç, se esconde un enclave que muy pocos conocen. Esta no es otra que la calle dels Petons, un lugar que forma parte de una de las rutas de Barcelona más peculiares para conocer parte de su historia, ya que varias leyendas y cuentos populares acompañan a esta vía desde hace siglos. 

ROMANTICISMO

Conocida en castellano como la «calle de los besos», es un callejón estrecho que, a simple vista, parece un punto más a visitar en las diferentes rutas de Barcelona. Sin embargo, la historia ha hecho que, en torno a esta, hayan surgido relatos más o menos idílicos. Desde el amor hasta las penitencias a los reos, muchos son los orígenes que se le atribuyen al nombre.

Sin duda, una ocasión ideal para visitar esta calle es el 14 de febrero. Durante este día, las parejas suelen recorrerla para conmemorar el espíritu de romanticismo que allí se vivió. Actualmente, esta es una vía más del trazado urbanístico barcelonés, aunque la leyenda de la calle Petons aún está guardada en el imaginario colectivo.

PUNTO DE ENCUENTRO DE ENAMORADOS

Décadas atrás, las muestras de afecto en público estaban mal vistas pero no significaba que fueran infrecuentes. Por ello, el ingenio popular era el responsable de buscar los «nidos de amor» y recurría a los callejones.

Precisamente, el que nos ocupa fue, según cuentan, el principal punto de encuentro para mantener relaciones. En este sentido, las parejas que aún no habían formalizado su relación quedaban en esta calle poco transitada. Todo ello, unido a la falta de luz, generaba el ambiente perfecto de intimidad que tanto ansiaban. Una posible explicación a uno de los secretos de Barcelona mejor guardados.

DESPEDIDAS A LOS REOS 

Quienes paseen por este barrio, podrán contemplar los resquicios de lo que un día fue la ciudadela militar. En este sitio, los condenados a muerte eran ejecutados para pagar sus crímenes. Muy próxima se ubicaba la calle Comercio, donde se encuentra la calle dels Petons, un acceso rápido y discreto.

Según esta leyenda, en esta pequeña callejuela se plantaban los familiares de los condenados. Décadas atrás, supuestamente, tuvieron lugar las despedidas más amargas y dolorosas, materializadas en abrazos y besos.

Placa del Carrer dels Petons / A.V.

HOMENAJE A JOAN PONTONS 

El propio ayuntamiento de Barcelona expresó hace algún tiempo su postura sobre la etimología de la calle. De acuerdo con fuentes oficiales, su nombre se debía a Joan Pontons. Más allá de su ocupación o méritos, era un hombre muy querido por sus vecinos, por lo que decidieron bautizar la calle en su homenaje.

Cierto es que esta tercera opción es la más lógica, pero también encontramos una incoherencia. Su apellido era «Pontons», no «Petons», ¿qué sucede entonces? Según el consistorio, se debió a la propia evolución de la lengua por motivos de pronunciación. Resulta bastante creíble, pues las calles barcelonesas están llenas de conmemoraciones pintorescas.

En cualquier caso, la calle de Petons no debe faltar entre las rutas en Barcelona.