La fuente del homenaje al pueblo
La fuente de la plaza Molina, instalada allí desde 1874, es el elemento más antiguo del lugar y un recuerdo lejano de cuando el agua corriente no llegaba a los hogares
11 abril, 2022 00:00Noticias relacionadas
Es con diferencia el elemento más antiguo de la plaza Molina. Sí, la fuente de piedra situada frente al edificio donde vivió el poeta Joan Maragall, estaba allí incluso antes de que la plaza se convirtiera en el cruce viario transitado que es actualmente. Ni más ni menos que desde 1874, aunque las actas del Ayuntamiento de Sant Gervasi de Cassoles –municipio independiente al que pertenecía– que lo confirmaban, se perdieron.
De autor desconocido, consta de una base sobre la que se alza un pilar cuadrangular de cuatro metros de altura con un escudo decorando cada uno de los lados: Barcelona, Cataluña, España y, en el que mira hacia la calle de Alfons XII, vía principal a mediados del siglo XIX, el escudo de la vila de Sant Gervasi y la leyenda “Gratitud al Ayuntamiento”.
HOMENAJE AL PUEBLO
Bajo este escudo, un espacio vacío enmarcado por cuatro agujeros revela la existencia de una placa hoy desaparecida, pero que ocupó ese vacío hasta finales de los años 70 del siglo XX. ¿Y qué decía la placa? Pues dicen que podía leerse: “Homenaje al pueblo. Varios vecinos. 1874″.
El escudo presenta cuatro cazuelas que enmarcan las palmas del martirio de los dos santos gemelos, Sant Gervasi y Sant Protasi. Y aquí es donde empieza el misterio: este escudo ya estaba en desuso en 1874. De hecho, ya hacía 20 años que las cuatro cazuelas se habían sustituido por dos casas (“cases soles”, evocando lo despoblado de la zona). Pero ¿por qué utilizar un escudo antiguo en la fuente? ¿Era tal vez la fuente anterior a la fecha y la plaza fue un añadido con motivo de la donación al barrio?
SÍMBOLO DE ÉPOCA
De 1961 a 1964, la fuente desapareció mientras se reformaba la plaza. En la siguiente reforma, se añadió a la fuente la base de piedra sobra la que reposa actualmente. Ahí en un rincón de la plaza, actualmente un lugar transitado, guardando las respuestas a algunas cuestiones que solo ella podría contestar. Y convertida en el símbolo de una época en la que las fuentes abastecían de agua a los pocos vecinos de la zona porque, amigos míos, el agua corriente aún era un lujo.
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