La infancia y la adolescencia, las etapas en las que se moldea la salud mental de la edad adulta

Disponer de una buena salud mental en edad adulta dependerá en gran medida de cómo haya sido tratada una persona durante la infancia y la adolescencia. Es a estas etapas cuando debe detectarse alguna anomalía. De hacerse a tiempo, el pronóstico mejorará sensiblemente.

Los expertos advierten de que la pandemia ha tenido un impacto demoledor sobre la salud mental de los más jóvenes. Diferentes entidades psiquiátricas y pediátricas alertan de un incremento de hasta el 47% en los trastornos de salud mental de los menores y muestran su inquietud por el aumento en las tasas de alteraciones mentales, emocionales y del comportamiento que se vienen observando en los últimos años a edades muy tempranas. Así lo ha constatado el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia, del que forman parte la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), dependiente de la Asociación Española de Pediatría; la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

MÚLTIPLES PATOLOGÍAS

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, pero la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan". Según esta organización la depresión ocupa un lugar importante y el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 19 años.

Especialistas apuntan que las consultas e ingresos psiquiátricos en menores de 18 años se han triplicado y se ha detectado un incremento exponencial en las conductas suicidas y una serie de enfermedades, como depresión, ansiedad, trastornos alimentarios y adicción a tecnologías, entre otras patologías.

OTROS TRASTORNOS

A ellas hay que añadir situaciones como el trastorno por déficit de atención o hiperactividad, alteración de la conducta, la discapacidad intelectual, el trastorno bipolar, los desórdenes alimentarios, el autismo, la esquizofrenia y un grupo de trastornos de la personalidad. Sin olvidar el abuso de alcohol y drogas que puede generar comportamientos peligrosos como la conducción temeraria.

Los psiquiatras señalan que es necesario poner el foco en los grupos de jóvenes más vulnerables, especialmente los que ya padecían previamente de algún problema de salud mental, en las víctimas de violencia, en los que han sufrido aislamiento o en los que están en riesgo de pobreza infantil.

UNIDAD ESPECIALIZADA EN EL HUGC

El Hospital Universitari General de Catalunya (HUGC) ha puesto en marcha la Unidad Integral de Salud Mental Infantojuvenil, que ofrece consultas especializadas en psicología del niño y del adolescente, paidopsiquiatría, evaluación neuropsicológica, terapia familiar, psicoterapia individual y grupal orientada a problemas de conducta, impulsividad y desregulación emocional (autolesiones, uso de sustancias, conducta alimentaria, uso de nuevas tecnologías, fracaso escolar). Dispone de consultas y grupos especializados en acoso escolar.

Esta unidad surge de la necesidad de dotar de atención integral en materia de salud mental a niños y adolescentes a través de la coordinación con el resto de los servicios de la red de salud. Además, ofrece atención hospitalaria a todos aquellos que por su patología aguda y sus periodos de crisis quedan fuera de recibir la asistencia específica que necesitan y que la red asistencial ambulatoria no puede cubrir.

Se trata de facilitar a los pacientes un entorno seguro para el manejo de situaciones agudas que requieran un cuidado terapéutico temporal orientado a conocer y evaluar las causas, ofrecer una intervención eficaz y efectiva a niños, adolescentes y familia, manteniendo su inclusión social y escolar, y favoreciendo la comprensión de su situación clínica.

CONSEJOS

Los cambios físicos, emocionales y sociales que se experimentan a edades tempranas influyen en la salud mental y por ello es responsabilidad de todos acompañar a los menores durante esta etapa para asegurar que se conviertan en adultos responsables, maduros y felices.

Entre las recomendaciones más habituales que se exponen para el cuidado de la salud mental destacan una convivencia familiar positiva, establecer limitaciones que les van a ayudar a aprender cuáles son los límites, inculcarles respeto por sí mismos, hacia los demás y por el medio ambiente y mantener horarios y rutinas para que aprendan a organizarse.

A su vez, es conveniente estar al tanto de sus amistades para evitar situaciones de riesgo, adquirir buenos hábitos, incentivar la actividad física y promover un uso responsable de las nuevas tecnologías, además de rodearles de entornos escolares seguros y fomentar las relaciones positivas con los compañeros.