El pesebre de Navidad de la plaza de Sant Jaume empieza a tomar forma, al menos sobre su contenido. Este lunes, Ada Colau ha dicho que será "más telemático, menos clásico, más audiovisual, más de mapping", ha explicado la líder de Barcelona en Comú en una entrevista en Tik Tok con Marçal Mulet.
Tradicionalmente, el belén de Sant Jaume se suele montar durante la segunda quincena de noviembre para que se pueda visitar a partir de cuando se encienden las luces de Navidad, que este año será el próximo día 24, o a principios de diciembre como muy tarde. Desde hace años, este pesebre es polémico por las interpretaciones artísticas que se hacen y, sobre todo, por el elevado coste.
MENOS DE 100.000 EUROS
En comisión municipal, el pasado 18 de octubre, el teniente de alcaldía de Cultura, Jordi Martí Grau garantizó que este año el coste será inferior a los 100.000 euros y que volverá a soprender. Según Colau, los barceloneses que quieran ver un pesebre clásico lo pueden hacer en el Museu Frederic Marès.
El presupuesto de 2022 estará claramente por debajo del gasto de hace un año, que rondó los 190.000 euros para la instalación, que fue un gran "paisaje navideño" que se extendió desde la vía Laietana hasta la Rambla, a través de las calles de Ferran y de Jaume I, aunque en realidad carecía de conexión alguna por la gran distancia entre las distintas figuras.
En 2020, Barcelona no tuvo pesebre debido a la pandemia. Un año antes, en 2019, se pagó cerca de 100.000 euros. El presupuesto de licitación de la creación, montaje y desmontaje del pesebre fue de 80.295 euros sin IVA, mientras que con el impuesto (del 21%) alcanzó los 97.156,95 euros [ver aquí].
"UN PUNTO VERDE DE RECOGIDA DE RESIDUOS"
El contrato de 2019 fue adjudicado a Paula Bosch Bartrina, la misma artista autora del belén, que representaba un montón de cajas unas encima de las otras con figuras en su interior. Josep Bou, líder del PP, dijo que parecía "un punto verde de recogida de residuos". La instalación recordaba en exceso a una escultura hecha en 2006 en el distrito de Sant Martí con objetos sacados de los contenedores.
HASTA 148.000 EUROS EN 2017
En 2018, el pesebre todavía fue más caro. El gobierno de Colau despilfarró 114.000 euros. El tradicional elemento navideño recibió múltiples críticas. Varias personas lo definieron como un “auténtico bodrio” y una “basura”. A diversos partidos de la oposición tampoco les gustó. El belén elegido se limitaba a varias sillas vacías alrededor de una mesa que simulaban a los personajes tradicionales que aparecen en la escena navideña, como el niño Jesús, la virgen María y San José.
En 2017, el coste todavía fue más escandaloso: llegó a los 148.000 euros. Colau pagó esa desorbitada cantidad por 25 mástiles de madera con figuras características de la Navidad de color blanco en la parte superior. Según el entonces presidente del PP en el consistorio, Alberto Fernández Díaz, se trató de un "pseudo-pesebre de diseño" que la mayoría de gente no entendía.
EL BUTANERO DE CLOS Y MAYOL
La polémica del pesebre de Sant Jaume acompaña las fiestas de Navidad de Barcelona desde hace años. En tiempos del alcalde Joan Clos, en 2004, se puso en el belén un butanero recortable, y un año después se decidió sacar la figura del caganer. Eran tiempos en los que ecosocialistas también gobernaban a la ciudad, aunque la cabeza de lista era Imma Mayol.