Barcelona lleva unas dos semanas inmersa en lo que parece ser una ola de frío que parece no tener fin. La capital catalana ha vivido un descenso brutal de las temperaturas que comenzó casi sin previo aviso, con fuertes rachas de viento y que ha traído recientemente la insólita estampa de ver nieve cayendo sobre una parte de la ciudad. Más allá de la bella imagen, lo cierto es que estar en la calle se ha convertido en un trámite nada agradable para los barceloneses. Un trámite, por otra parte, que todavía falta para que termine.

Lo cierto es, pero, que técnicamente no se puede hablar de una ola de frío, pues la capital catalana no ha alcanzado unas temperaturas tan bajas respecto a la serie histórica como para que se le otorgue dicha nomenclatura. Tampoco se puede hablar de "una", sino de dos masas de aire frío seguidas provenientes de regiones cercanas al polo norte que han venido descendiendo, acompañando a las ya pasadas borrascas Gérard y Fien.

BRUTAL DESCENSO

La urbe, actualmente, vive unos ocho grados por debajo de lo que es habitual en este periodo del año. Tan es así que incluso podría nevar esta noche de nuevo sobre la sierra de collserola si es que las precipitaciones programadas para esta noche caen sobre la sierra barcelonesa, ya que las cotas de nieve para este fin de semana caerán hasta por debajo de los 400 metros, según las previsiones de la AEMET.

Así se ve la nieve en Barcelona desde el Tibidabo / LUIS MIGUEL AÑÓN

El punto más alto de la formación montañosa, el pico del Tibidabo, se alza unos 530 metros sobre el nivel del mar, por lo que sí existe la posibilidad de que las precipitaciones dejen un manto blanco sobre la montaña, tal y como ocurrió hace una semana. Dichas precipitaciones, no obstante, podrían caer sobre el nivel del mar debido a la lucha que mantienen el anticiclón de las Azores y la masa de aire frío que, por ahora, se sitúa sobre la penísula itálica.

¿CUÁNDO TERMINARÁ?

A varias jornadas vista, resulta complicado predecir cuándo se pondrá punto y final a las olas de frío. Las bajas temperaturas no desaparecerán, pues es lo que toca en invierno. No obstante, entre el próximo domingo y el lunes podría haber un punto de inflexión que marque el camino hacia temperaturas más estables y apacibles, con aproximadamente unos 2 o 3 grados de aumento de las mínimas y entre 5 y 7 de las máximas.

Nada asegura, no obstante, que en las próximas semanas no vuelvan a producirse estos fenómenos meteorológicos y los vecinos de la ciudad tengan que volver a extremar precauciones.

Noticias relacionadas