Jornadas de infarto, falta de medios y refuerzos y una presión asistencial que no deja de subir. Estos son los problemas a los que se enfrentan los trabajadores del servicio de urgencias del Hospital del Mar de Barcelona. El departamento, que supone una de las primeras líneas de defensa del sistema sanitario --pues a él acuden todos los pacientes que sufren de dolencias repentinas--, tiene que hacer frente a una cantidad de pacientes para la que no está preparado.
Prueba de ello es que, solo las últimas jornadas, trabajadores del servicio denunciaban a través de Twitter que pese a que el servicio tiene capacidad para atender a unas 96 personas, se estaban atendiendo aproximadamente a unas 200 por día. Trabajadores que han conversado con este medio se han mostrado preocupados porque, aseguran, "se está normalizando trabajar en estas condiciones de precariedad" y que la "sensación de hartazgo entre la plantilla" no deja de expandirse.
AUMENTO DE LA PRESIÓN
Empleados del servicio comentan a este medio que este año se ha producido un aumento de la presión asistencial del 20% aproximadamente, cifra que ha confirmado el hospital. En concreto, y desde la pandemia, se ha producido un gran aumento de los pacientes que con un cuadro de infección respiratoria. A ello se le suma que, en invierno, también se tiende a vivir un incremento del número de pacientes que acuden a centros sanitarios. Fuentes sindicales consultadas apuntan que en 2020 el centro atendió a unas 100.000 personas solo en urgencias, cifra que aumentó a las 123.000 en 2021.
La consecuencia directa de la situación es vox populi: falta de boxes y de intimidad, camillas y pacientes atendidos en los pasillos o salas no habilitadas, largas esperas hasta recibir las altas o derivaciones pertinentes y salas de espera llenas. Tanto trabajadores como sindicatos y el propio centro han asegurado que todos los que acuden a las instalaciones reciben asistencia y que lo que se alarga es el tiempo que una persona que está siendo atendida tarda en ser dada de alta o derivada a la especialidad pertinente. El trabajo de estabilización de urgencias, no obstante, se lleva a cabo.
Empero, "si lo habitual es que desde que eres atendido hasta que se te deriva o se te da el alta se haga en menos de 24 horas, hay casos en los que se ha llegado a demorar cinco días", critican. El centro también comenta que esto ocurre porque se permanece a la espera de la realización de pruebas médicas u obtención de los resultados. Con todo, desde CGT creen que "no es de recibo que una persona enferma se pase 120 horas en urgencias sin derivarle al servicio pertinente, por mucho de que se les atienda".
EN CONTRATACIÓN PERMANENTE
Otro de los grandes problemas es la falta de personal. Los empleados consultados han explicado, en esencia, que faltan manos en una plantilla que en turno de mañana se compone de 21 enfermeras, 10 auxiliares y algo menos de 10 camilleros, a lo que hay que sumar los médicos. Las grandes cargas de trabajo, los turnos dobles y la alta demanda de horas extra terminan por lesionar física o psicológicamente a muchos sanitarios, que acaban cogiendo la baja laboral.
Consecuentemente, eso provoca que sea menor el equipo que debe procurar la atención sanitaria. El Hospital del Mar asegura que "siempre están buscando incorporar a nuevos profesionales (dentro de las limitaciones legales de un ente público)" pero que se encuentran con "grandes dificultades" a la hora de "ampliar la plantilla". Ante grandes picos de trabajo, el centro habilita un refuerzo que "resulta insuficiente". Más bajas implican menos empleados para mayor proporción de trabajo, lo que sobresatura y conlleva de nuevo a más bajas. Es "el pez que se muerde la cola", comentan.
La conclusión que extraen desde la plantilla es que, hasta que se ponga remedio a la situación actual, los principales afectados son tanto los pacientes, que no reciben la atención con la calidad "adecuada" y los propios sanitarios, que cada vez tienen más trabajo y menos manos.
AMPLIACIÓN DEL HOSPITAL
El centro sanitario asegura que, para finales de 2023, se terminará la ampliación del hospital y se habilitará una superficie de 4.000 metros cuadrados solo para urgencias y, a las 96 actuales, se añadirán 75 camas más. Mientras tanto, y para hacer frente al auge de la demanda, han ampliado en 23 el número de camas en las urgencias del Hospital de l'Esperança y 36 camas para la atención intermedia. Asimismo, también se han aumentado en 25 plazas la capacidad de hospitalización a domicilio. Con todo, "no hay un botón mágico que arregle de golpe la situación".
Desde UGT consideran que el problema radica en la falta de planificación y que lo profesionales llevaban avisando desde 2010 de que estaba por llegar una crisis del sistema sanitario público. Reflexionan también que estos son los efectos de no haber reaccionado a tiempo y que, para volver a situaciones aceptables, todavía pueden pasar años aún y destinando un mayor presupuesto a reforzar la sanidad pública porque, tanto el centro como los trabajadores coinciden en afirmar que la situación no afecta solo al Hospital del Mar, sino a todos los hospitales de Barcelona y también de Catalunya.
"Sabemos que tienen buenas intenciones, pero ahora es tarde, porque están buscando remedios cuando el problema ya es gravísimo y lo veíamos desde hace años. Costará salir de lo que estamos viviendo estos años, no ya en el hospital, sino en el sistema sanitario público. Y lo sufriremos sanitarios y usuarios, los que estamos y los que vendrán. Los planificadores de la salud han hecho que los profesionales sanitarios digan 'no' a trabajar. Esto solo se arreglará en años y haciendo las cosas bien" sentencia el sindicato.