El cuerpo humano actúa de formas sorprendentes cuando trata de cuidarse y protegerse a sí mismo. Una prueba de ello son las señales que envía para indicar que existe un problema de salud. Los ojos son el mejor ejemplo de las alertas que el organismo lanza para avisar de que algo no anda bien, en especial a través de los cambios de color.

Los ojos amarillos son la consecuencia de una acumulación anormal de bilirrubina en el cuerpo, sustancia que es producto del desecho de la hemoglobina en sangre. A este síntoma se le conoce médicamente con el nombre de ictericia y, aunque se manifiesta generalmente cuando la esclera (parte blanca del ojo) adquiere un tono amarillento, también puede apreciarse en la piel e incluso en el interior de la boca.

UNA ADVERTENCIA

Se trata de una señal que advierte de la presencia de anomalías generalmente a nivel hepático, producidas cuando el hígado no realiza sus funciones correctamente y, por lo tanto, se acumulan compuestos tóxicos en los tejidos.

Aunque la ictericia no es una enfermedad en sí misma, los trastornos que provoca esta tonalidad amarillenta pueden afectar la estructura ocular, provocando consecuencias en la salud visual de quien lo padece. Por ello, es importante consultar a un profesional, como los del Departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Dexeus que pueda tratar apropiadamente el problema y proteger los ojos de los efectos de la ictericia.

POSIBLES CAUSAS

Debido a que la ictericia alerta de alguna patología, es necesario tratar la enfermedad que la ocasiona para restaurar el color natural de los ojos. En este sentido, es el médico el que determinará la causa, que puede ser anemia, estrés crónico, enfermedades hepáticas en la bilis o el páncreas, ingesta de medicamentos e incluso la presencia de cálculos en la vesícula.

A su vez, es importante que el oftalmólogo realice el diagnóstico del estado de salud de los ojos amarillos, aconseje al paciente y le indique algunas normas de alimentación, ejercicio físico, consumo de medicamentos para garantizar la recuperación total de la salud de los ojos.

¿SE PUEDE PREVENIR LA ICTERICIA?

Llevar una vida saludable es posiblemente el mejor modo de evitar los ojos amarillos. Entre las recomendaciones que señalan los especialistas, destaca una alimentación sana y adecuada, con todos los nutrientes, vitaminas y proteínas necesarios. Del mismo modo, reducir la ingesta de alcohol, una sustancia altamente tóxica para el organismo, especialmente para el hígado.

En el caso de que los medicamentos sean lo que provoque la la ictericia, la primera medida que hay que tomar es acudir al médico que la recetó para que valore la situación y la reconsidera si lo cree, necesario.

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