El color, el olor o la cantidad de espuma proporcionan información que permite evaluar el estado de salud de una persona. Las diferentes tonalidades que puede llegar a presentar en momentos determinados podrían suponer advertencias de alguna patología o de que algo no está funcionando bien.
La orina cambia de aspecto constantemente. Las causas pueden ser la cantidad de agua que se haya bebido, de los alimentos que se hayan ingerido o puede deberse a la toma de algún medicamento. Pero hay que estar alerta. También puede ser síntoma de varias enfermedades, como una infección urinaria, diabetes, hepatitis, una patología hepática o incluso un cáncer de vejiga, señala la Doctora Ivanna Valverde, del servicio de Urología del Hospital Universitari General de Catalunya, de Quirónsalud.
VARIEDAD CROMÁTICA
La tonalidad normal estaría entre el amarillo claro y el ámbar oscuro, resulta de una sustancia nitrogenada que constituye el pigmento que dota de amarillo a la orina y se denomina urocromo, y de la urobilina, un producto del metabolismo de la bilirrubina que se produce por degradación de la hemoglobina.
No todas las alteraciones en el color de la orina pueden deberse a razones de salud. Tanto los pigmentos como algunos componentes de alimentos o medicamentos pueden alterar el color y olor de la orina. El color de la orina puede presentar una amplia variedad cromática que iría desde amarillo o naranja al rojo, azul, verde, marrón oscuro o blanco turbio.
OJO CON LOS MEDICAMENTOS
Algunos medicamentos alteran el color y, por ello, es aconsejable que ante cualquier alteración se espere 24 horas a ver si se corrige. En caso de que persista, vaya acompañado de síntomas como dolor o fiebre, o la orina sea roja o marrón oscuro debe consultar con el especialista ya que puede indicar una enfermedad.
El color, como otros aspectos de la orina, pueden ser muy útiles a la hora de determinar el estado de salud. Por ello, es importante no pasarlo por alto, chequearse periódicamente y mantener hábitos saludables.
LOS COLORES Y SU SIGNIFICADO
Veamos los diferentes tonos o colores que puede adquirir la orina y las causas que pueden provocarlos para identificar aquellas situaciones en las que es conveniente consultar con el médico.
Orina amarillo claro: Es el color habitual. Si se ingiere mayor cantidad de líquido, la orina es más clara, y si se bebe menos se concentra más la urobilina y es más oscura. Si la orina es muy clara y la ingesta de líquidos es escasa, podría ser el anuncio de una diabetes.
Orina anaranjada: Se debe sobre todo al consumo de zanahoria o remolacha. Si no se han consumido esos alimentos, indicaría algún problema del hígado o las vías biliares. Se aconseja consultar con el médico.
Orina azul o verdosa: Provocada especialmente por la ingesta de espárragos o de alimentos que contengan colorantes azul verdosos. Las bacterias pseudomonas que producen infecciones de orina pueden dar lugar a orina verde. La hipercalcemia benigna hereditaria o ‘síndrome del pañal azul también presenta la orina en ese tono.
Orina color café: Las alubias, las habas o algunos medicamentos pueden producir ese color o deberse a una deshidratación intensa o por algunos problemas hepáticos.
Orina rosada o rojiza: Comer arándanos, remolacha, otros alimentos rojos o debido al ejercicio físico intenso estarían en su origen. Sin esos desencadenantes, habitualmente, indica presencia de sangre en la orina, que puede ser por una infección, una piedra en el riñón, tumores de vejiga o de la vía urinaria. Si la orina es roja se recomienda consultar de inmediato al urólogo.
Orina con fuerte olor: Los espárragos, el café o las infecciones de orina pueden producirlo.
Orina turbia u opaca: Puede deberse a cálculos renales o infecciones en las vías urinarias. Es frecuente que se acompañe de un fuerte olor y de ganas de orinar a menudo. Esto ocurre en las infecciones de orina.
Orina espumosa: Por presencia de proteínas en la orina. La proteinuria debe ser siempre estudiada, porque si no es por un exceso de proteínas en la dieta puede indicar un problema renal.