El Moco Museum aterrizó hace poco más de un año en Barcelona y se posicionó como el "templo del postureo" en la ciudad. La mayoría de instagramers y tiktokers de la ciudad corrieron a posar en su Diamond Matrix y el arte se hizo un hueco en todos los perfiles con miles –incluso millones– de seguidores.
El éxito de este museo en las redes sociales no fue casualidad. La General Manager del museo, Iris Brouwer, explica a Metrópoli que, cuando el Moco Museum abrió sus puertas en Barcelona, ya lo hizo con el objetivo de hacerse un hueco en Instagram y TikTok. "Hoy en día son plataformas fundamentales para acercarse al público joven", dice.
El Moco Museum –el nombre proviene de Moderno y Contemporáneo– es una iniciativa privada de Kim y Lionel Logchies, un matrimonio neerlandés de coleccionistas. La pareja cuenta con un museo en Ámsterdam desde 2016 y decidió abrir un segundo centro en otra ciudad europea por el éxito de su colección. En la siguiente entrevista con Brouwer, la responsable del espacio en Barcelona nos cuenta cómo ha sido su crecimiento en la capital catalana y cómo es capaz de ofrecer algo "único" en el panorama artístico.
Pregunta: ¿Por qué los fundadores eligieron Barcelona?
Respuesta: Barcelona es una ciudad bastante similar a Ámsterdam y llamaba mucho la atención de los dueños. Además, Kim y Lionel conocían la ciudad bastante bien y tienen amigos aquí. Lo interpretaron como una decisión bastante natural para ellos y vieron que aquí no había un museo únicamente de arte moderno contemporáneo y era una muy buena oportunidad.
¿Cómo se gestiona el Moco Museum desde la capital catalana? ¿Se establecen sinergias con Ámsterdam?
Sí, el concepto y la filosofía es exactamente igual al museo de Amsterdam. Es verdad que el edificio es muy diferente pero también es un edificio singular, algo muy importante para Moco Museum. De hecho, la intención del museo es coger edificios que son elitistas para poderlos abrir al público. Y eso mismo se hace con el arte: tenemos muchas obras que han estado en manos de coleccionistas privados y ahora el público tiene acceso a estas obras. Aunque los edificios y la colección son muy diferentes, ambos tienen el mismo objetivo.
El museo abre en un momento complicado, justo en la era post-covid. ¿Cuál cree que fue la clave para generar el boom inicial del Moco?
Creo que nos benefició el momento en el que abrimos porque, mientras en Barcelona el foco estaba puesto en el Hermitage y en otros museos, con nosotros llegó algo totalmente nuevo en la ciudad que sorprendió a muchos. Empezamos con una fuerte apuesta por atraer a todo tipo de públicos, sobre todo a los más jóvenes, y funcionó.
Un chico fotografía una figura de Kaws en el Moco Museum / LUIS MIGUEL AÑÓN - METRÓPOLI
¿Cree que el Moco ha triunfado gracias a las redes sociales y a los influencers?
En parte sí. Es verdad que también trabajamos con la prensa tradicional pero no se puede negar que los influencers suponen un gran empujón al museo. Cuando viene un creador de contenido con muchos seguidores genera una repercusión muy grande que agradecemos mucho.
En sus inicios el Moco fue un museo muy visitado por el público local. ¿Sigue siendo un atractivo para los barceloneses?
Sí. Al principio la mayoría era gente local y ahora todavía mantenemos un porcentaje muy alto.
¿En números?
Un 60% son turistas y un 40% son público local, más o menos. También tenemos cada vez más presencia en el mercado nacional, viene mucha gente de otras ciudades de España.
¿Seguís alguna estrategia para atraer a los locales?
Sí, es algo fundamental para nosotros. Hacemos descuentos especiales para los barceloneses y además nuestra colección siempre está en movimiento. Siempre intentamos traer obras nuevas para que la gente vuelva y descubra una nueva oferta.
Iris Brouwer durante la entrevista con Metrópoli / LUIS MIGUEL AÑÓN - METRÓPOLI
¿Cree Barcelona apoya el arte?
Creo que sí. Por lo menos nuestra acogida fue muy buena, no hemos visto ni un enfrentamiento ni una queja. No siempre es fácil empezar un proyecto nuevo siendo extranjeros y aquí ha sido muy fácil. He perdido la cuenta de las veces que me han dicho que Barcelona necesitaba algo como Moco Museum.
¿Considera a Barcelona como una ciudad artística?
Sí. Barcelona tiene mucha oferta, tiene mucho que ofrecer en cuanto a cultura y considero que es una ciudad pionera en el arte inmersivo y en las nuevas formas de entender el arte.
¿Cree que va por delante de Madrid en cuanto a oferta cultural y artística?
Es una pregunta muy difícil. Madrid tiene una oferta impresionante con grandes museos como el Prado o el Thyssen, es una ciudad con un inmenso patrimonio artístico. No obstante, creo que Barcelona va por delante de Madrid en innovación artística. Apuesta más por las nuevas formas de entender el arte y por acercar el arte a los jóvenes.
¿Cree que está aumentando el interés por el arte en Barcelona?
Creo que en general siempre ha habido bastante interés por el arte en la ciudad. En nuestor caso, hemos logrado que el interés por el arte crezca entre los más jóvenes y eso es algo que nos enorgullece.
Visitantes en el Moco Museum / LUIS MIGUEL AÑÓN - METRÓPOLI
Estáis ubicado muy cerca de otros museos, sobre todo del Picasso. ¿Cree que esto os beneficia?
Nos beneficia mucho. Estar en una zona cultural de la ciudad es muy importante para un museo que acaba de empezar. Si una persona va al Picasso es más fácil que se anime a visitar también el Moco y hacer "un día de cultura". En Ámsterdam pasa igual, está ubicado en el Museumplein –el barrio de los museos de Ámsterdam– entre el Museo Van Gogh y el Rijksmuseum, los museos más grandes de la ciudad. Además, es un valor añadido al museo ya que lo sitúa, de primeras, en un enclave con un gran valor cultural.
¿Cree que el Moco Museum tiene competencia en la ciudad?
Competencia directa no, creo que no hay ningún museo que ofrezca lo que nosotros ofrecemos en Barcelona. Sí que hay espacios que ofrecen exhibiciones que podrían ser similares a nuestro concepto, pero no en su totalidad.
La exposición Diamond Matrix en el Moco Museum / METRÓPOLI
¿Tenéis relación con otros museos de Barcelona? ¿Algún tipo de colaboración?
Tenemos una colaboración con la Casa Batlló, ofrecemos descuento para visitarla en nuestro museo y ellos lo ofrecen para visitar el Moco. Al final todos debemos unirnos si queremos posicionar a Barcelona en el mundo como una capital de cultura.
¿Hay algún otro museo en Europa que sirva de inspiración para Moco?
En Europa no. Yo diría que se podría considerar inspiración The Broad, en Los Ángeles, que tiene un poco el mismo estilo de exhibiciones. No obstante no buscamos inspirarnos porque nuestro objetivo es tener un museo completamente distinto a lo que hay en el panorama actual.
Visitantes en el Moco Museum / LUIS MIGUEL AÑÓN - METRÓPOLI
Moco fue uno de los primeros en ofrecer las experiencias inmersivas. ¿Qué opina del auge de este concepto en la capital catalana?
Es algo muy importante, sobre todo para la juventud. Si alguien que no tiene interés por el arte se pone en frente de una obra y no tiene contacto con ella será muy difícil que la entienda. La parte inmersiva hace el proceso más atractivo, digestible y al final, divertido.
¿Qué opinas de proyectos como Ikono? ¿Cree que Moco Museum se puede equiparar a proyectos como este?
No, a este tipo de espacios no se le puede llamar arte porque no tienen arte, tienen experiencias inmersivas. Son proyectos muy buenos y que encantan a los jóvenes, pero es una experiencia más enfocada a la diversión, no tienen artistas que den valor a la colección.
¿Y cómo logra Moco Museum divertir a los jóvenes a través del arte?
Yo creo que la clave es la variedad y los artistas que tenemos. Son artistas nuevos que buscan una forma de entrar en el mundo de las exhibiciones y lo hacen con una nueva mentalidad. Además, la visita del Moco se hace en una hora y es muy fácil. La clave es que la mayoría de visitantes sale con la convicción de que ha aprendido algo nuevo, de que le gusta el arte tal y como lo ha experimentado. También muchos de ellos se identifican con los artistas, por ejemplo Banksy tiene unas historias muy claras detrás de sus obras y que transmiten mucho.
Una de las obras del Moco Museum en Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN - METRÓPOLI
¿Hay alguna obra que destaque para atraer al público?
El Diamond Matrix –Sala Irma– es el espacio por excelencia y el que seguramente más haya aparecido en las redes sociales. La exposición de Guillermo Lorca también destaca mucho, es un artista que hace algo único en el mundo.
¿Cuál es la última apuesta que habéis hecho en el Moco?
La exposición de Marina Abramović. Más allá de eso, estamos apostando cada vez más por el arte digital y tenemos más NFT.
¿Fuisteis pioneros en traer los NFT's a un museo en Barcelona?
Sí.
Mucha gente critica el elevado coste de visitar un museo. ¿Cómo justificaría el precio de las entradas?
En nuestro caso somos un museo privado. No nos dan ninguna subvención ni tenemos ayudas, el dinero que recibimos de las entradas es el que mantiene el museo y nos permite exponer las obras que son importantes, no tenemos más opciones.