Poco representa más el verano que un día cálido en la playa con la familia, la pareja o amigos. En Barcelona, no obstante, no termina siendo uno de los mejores planes por la masificación turística, que hace que las playas estén atestadas de gente y que los restaurantes y chiringuitos pongan precios desorbitados. Por ello, los habitantes de la capital catalana a menudo recurren a desplazarse hasta localidades cercanas para disfrutar de la experiencia con mayor tranquilidad.
Aunque parezca mentira, se pueden encontrar rincones casi secretos en los que disfrutar de una apacible cala muy cerca de la ciudad. De hecho, hay una cala con un chiringuito de fantasía que, por su difusión y número de recomendaciones en redes, no está lejos de convertirse en viral. Lo encuentras en la localidad de Castelldefels, muy cerca de la zona portuaria del municipio. Para llegar, tienes que ir a la Cala Ginesta, a la que se puede llegar en coche, andando o en transporte público.
HAWÁI, JAPÓN, CATALUNYA
Allí, se encuentra el chiringuito Punta Roca, un local con decoración de estilo hawaiano que sirve cócteles, sangrías y tiene una amplia carta con una oferta gastronómica muy veraniega.
En este establecimiento destaca la brasa, perfecta para la carne y los pescados, pero también excele en el tratamiento de los mariscos y tiene unos arroces que invitan a chuparse los dedos. Se trata de un sitio, pues, donde relajarse y disfrutar de buena bebida y una mejor comida que mezcla lo mejor de la gastronomía catalana con el exelente tratamiento del producto del mar propio de la tradición culinaria japonesa, de la que recogen varias ideas para platos como su falso nigiri de anguila y manzana.