Barcelona es una de las ciudades más visitadas en todo el mundo. Su clima, patrimonio histórico, gastronomía y ambiente cosmopolita hace que miles de personas quieran visitar la capital catalana, conocida también como 'ciudad condal'. Un apodo muy común, pero cuyo origen no es tan conocido. ¿Por qué la llamamos así? La realidad es que se trata de una respuesta muy lógica e histórica a la vez.

TIERRA DE CONDES

Barcelona es conocida como Ciudad Condal porque antiguamente, en el siglo IX, era tierra de condados. Se trataba de una auténtica comarca del imperio carolingio, además de ser una de las pocas residencias al Califato de Córdoba, creado con el fin de defender a Francia de los musulmanes.

El lugar en el que se organizaban los condados en la comarca en aquellos tiempos era, ni más ni menos, que en Barcelona. Y el encargado de regirlos era Ramón Berenguer, una de las familias de condes más conocidas en la capital catalana. Fue la figura que se encargaba de gestionar y gobernar el condado barcelonés. Desde su gobierno, Barcelona se estipuló como la capital de todos los pueblos medievales de la época, recibiendo el nombre de Ciudad Condal y heredando el mismo título que su máximo dirigente, el conde Ramón Berenguer. 

MISMA CONDICIÓN

Esta denominación se extendió durante varios siglos, gracias a que hasta en seis generaciones consecutivas de gobernadores fueron bautizados con la condición de Conde Ramón Berenguer. Tanto fue el tiempo que el conde de la ciudad de Barcelona se llamaba de la misma manera, que el imaginario social fue impregnándose de este apodo, hasta tal punto que, con el paso de los años, se ha convertido en uno de los términos más habituales para referirse a la ciudad.

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