El monasterio de Sant Miquel del Fai es un lugar histórico ubicado en la Reserva Natural de los Cingles de Bertí, en el corazón del Moianès. Es conocido por su espectacular entorno natural, convirtiéndolo en un destino popular para visitantes que buscan combinar la belleza natural con la arquitectura histórica.
Se encuentra en un enclave único en la sierra de los Cingles de Bertí, a unos 50 kilómetros al norte de Barcelona. La zona es conocida por sus formaciones rocosas espectaculares y su entorno boscoso que los convierten en el lugar idílico para visitar este mes de otoño.
El templo tiene una larga historia que se remonta al siglo IX. Fue fundado como un monasterio benedictino y más tarde pasó a manos de los monjes cistercienses en el siglo XII. Actualmente, gran parte de la estructura original está en ruinas, pero algunas partes han sido restauradas. Presenta una mezcla de estilos arquitectónicos debido a las diversas fases de construcción y renovación a lo largo de los siglos. Las partes más antiguas muestran elementos románicos, mientras que otras partes incluyen elementos góticos. La iglesia del monasterio es especialmente notable por su arquitectura medieval.
Lo que hace que Sant Miquel del Fai sea verdaderamente especial es su entorno natural. El monasterio se encuentra junto a un impresionante conjunto de cascadas y pozas de agua, que se forman a medida que el río Tenes se desploma sobre las rocas calizas circundantes. Este paisaje de cascadas y piscinas naturales lo convierte en un lugar de belleza excepcional.
LOS CINGLES DE BERTÍ
Los visitantes pueden explorar las ruinas del monasterio y caminar por los senderos que serpentean a través de los Cingles de Bertí, ofreciendo vistas panorámicas del paisaje. Se trata de un lugar único que combina la historia religiosa con la majestuosidad de la naturaleza. Su ubicación en la Reserva Natural de los Cingles de Bertí lo convierte en un destino destacado para quienes buscan desconectar sin alejarse de Barcelona.