Hay un paraíso rural que está a menos de 50 kilómetros de Barcelona. Se trata del monasterio de Sant Miquel de Fai, ubicado en la Reserva Natural de los Cingles de Bertí, un lugar único para ir a pasar el día. Está en el corazón de la comarca del Moianès y es popularmente conocido por su espectacular paisaje, que lo convierte en un sitio popular para practicar senderismo y actividades al aire libre.
Está en un entorno privilegiado y es una gran opción para desconectar de la ciudad, ya que está rodeado de bosques y cascadas. La belleza del paisaje es una de las razones principales por las que se convierte en el mejor plan de fin de semana. Se puede llegar en coche, cogiendo la C-17 o en transporte público, con un tren en dirección a Manresa y, una vez ahí, con taxi o autobús.
UN MONASTERIO EN UNA CUEVA
Por si no fuera poco, en este entorno natural se encuentra el famoso monasterio de Sant Miquel de Fai, construido en el siglo X y que ha sido objeto de restauraciones y renovaciones a lo largo de los años. Su arquitectura medieval y su ubicación en una cueva en la montaña le dan un aspecto misterioso y único.
El río Tenes forma una serie de cascadas en la zona, y el monasterio está construido en torno a estas cascadas. La más popular es la de los Arcs, que cae directamente debajo del monasterio.
Sin lugar a dudas, la parte que rodea el monasterio es ideal para practicar senderismo y actividades al aire libre. Hay rutas que ofrecen vistas panorámicas del lugar y permiten a los visitantes explorar la naturaleza.