La ciencia del automatismo podría ser la madre de la robótica actual. Los autómatas son las primeras máquinas con movimientos similares a los de los seres humanos, un tipo de androides resultado de la combinación de trabajos de madera, costura y la más sofisticada micromecánica, o mecánica de relojería.
Se ha aprovechado el mecanismo de los autómatas para utilizarlo en adelantos tecnológicos, pero, en sus orígenes, se reservaba su uso para exhibirlos en los parques de atracciones o en las ferias.
MUSEO DE AUTÓMATAS DEL TIBIDABO
Los autómatas del Tibidabo se encuentran agrupados en un curioso museo que, hoy en día, es el más importante del mundo porque contiene piezas de finales del siglo XIX. Tal es su importancia, que se cuenta que su colección de 40 autómatas cautivó a Walt Disney, que quiso comprar algunos en 1957 con un cheque en blanco. Al parecer, para exhibirlos en las instalaciones de Walt Disney World. Por suerte para Barcelona, la tentadora oferta fue rechazada.
PIEZAS ÚNICAS
Las piezas se encuentran agrupadas en un antiguo teatro de principios del siglo XX que contiene maquetas con elementos móviles y autómatas en funcionamiento que nos explican el estrecho vínculo entre la tecnología mecánica y los parques de atracciones. La última incorporación ha sido «Los hermanos Gaüs o el equilibrio del mundo», autómata de última generación creado por Lluís Ribas, restaurador y conservador del museo actual. Esta pieza fue finalista en la exposición universal de Aichi, en Japón, en el año 2005.
Actualmente, la pieza más antigua es el «Payaso Mandolinista» del año 1880, pero destacan otras muy populares como «Los Equilibristas», «La Orquesta Prodigiosa», «El poeta se duerme» o «La Monyos», personaje célebre de las ramblas en los años treinta.