Barcelona ha iniciado este martes, 17 de octubre, la prueba piloto de tres nuevos modelos de un panot más sostenible en Poblenou. El objetivo de la iniciativa, para la que sea ha aportado 240.000 euros de presupuesto, es estudiar su rendimiento en los próximos 12 meses antes de implantar el modelo definitivo en toda la ciudad. Así lo ha explicado la teniente de alcalde, Laia Bonet, en una rueda de prensa en el eje verde de la calle de Almogàvers, en la superilla del Poblenou (Sant Martí).
SUPERFICIE DE 2.500 METROS CUADRADOS
A partir de este martes y durante un año, se estudiará su eficacia en una superficie de 2.500 metros cuadrados --en el tramo comprendido en la calle Almogàvers entre Roc Boronat y Badajoz-- con el objetivo de "extraer los aprendizajes para introducirlos en los nuevos contratos de obra pública".
LOS TRES MODELOS
El diseño es el mismo: el panot de flor. Lo que varía son sus características. Las tres propuestas a analizar son el Panot del siglo XXI, el Panot+ y el R3 Panot.
Durante la evaluación se estudiará la resistencia, el grado de rotura de piezas, el comportamiento acústico, el deslizamiento, el desgaste por abrasión, la estabilidad cromática y el índice de reflectancia, durabilidad, filtración de agua y capacidad de limpieza y adherencia de los chicles. Y a partir de esos resultados se prefijarán las condiciones de los nuevos contratos de obra pública.
La primera propuesta, el Panot del siglo XXI, es fruto de un proyecto liderado por la empresa Breinco. Según la documentación municipal, destaca por la colocación de piezas sin mortero, lo que permite reutilizar casi el 100%, incrementando la durabilidad. Filtra el agua evitando su acumulación y alcanza una reducción de hasta el 30% de CO2. Siguiendo la misma línea, el Panot+, obra de la compañía Constraula, es un 25% más estrecho y disminuye un 42% las emisiones de CO2. Por otro lado, el R3 PANOT, liderado por la firma Escofet, reduce hasta en un 70% las emisiones de CO2 y cuenta con un 100% de posibilidad de reciclaje.