El primer parque inclusivo de Barcelona se construirá en el Congrés
La propuesta, diseñada por Mourelo, una activista de larga trayectoria en la promoción de parques inclusivos en la ciudad, comenzará en mayo y tendrá un coste de 1,5 millones de euros
3 enero, 2024 18:48Noticias relacionadas
El primer parque inclusivo de Barcelona se construirá en el Congrés. El Ayuntamiento ha aprobado este miércoles, 3 de enero, la creación de este área infantil en los jardines de Massana, en Sant Andreu.
La propuesta, diseñada por el estudio IF Arquitectos y Ana Mourelo, una vecina de la Sagrera y activista de larga trayectoria en la promoción de parques inclusivos en la ciudad, recibió la aprobación de la comisión de gobierno del consistorio. La reforma tendrá un coste de 1,5 millones de euros y está previsto que comience en mayo de 2024, con una duración estimada de ocho meses.
DIEZ PARQUES ACCESIBLES
Aunque la ciudad cuenta con diez parques accesibles programados para su estreno en 2024, Mourelo señala que estos lugares "solo ofrecerán uno o dos elementos de los parques inclusivos".
La activista destaca que un parque accesible está adaptado para personas con discapacidades físicas o limitaciones de movilidad, con rampas, accesos amplios y superficies niveladas.
MÁS ALLÁ DE ACCESIBLE
Por otro lado, un parque inclusivo, más allá de ser accesible, busca crear un ambiente donde todos los niños, independientemente de sus habilidades o discapacidades, puedan jugar y participar activamente.
Estos parques promueven la interacción entre niños con y sin discapacidades, ofreciendo equipos y actividades adaptadas para que todos disfruten del espacio de juego.
PROYECTO DE MOURELO
En el proyecto de Mourelo --el único inclusivo de Barcelona-- se incluirán balancines accesibles, toboganes adaptados para personas con movilidad reducida, un arenero accesible, elementos sensoriales y paneles con pictogramas.
La activista lamenta que los parques existentes pueden ser accesibles, pero no "completamente inclusivos", especialmente para niños que dependen de sillas de ruedas.
Se trata de una de sus principales reivindicaciones, pues de poco sirve eliminar las barreras arquitectónicas y garantizar el acceso de los niños si luego no hay los suficientes elementos adaptados con los que jugar.