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La importancia de los controles periódicos para diagnosticar de forma precoz el cáncer de próstata
Más del 90% de los casos se detectan en etapas iniciales, lo que indica que son tratables y curables
30 enero, 2024 23:30Noticias relacionadas
El cáncer de próstata es una de las grandes preocupaciones del hombre debido a su alta incidencia, puesto que es el cáncer no cutáneo más frecuente en el mundo. La detección temprana, como en otras tantas patologías, es clave para garantizar altas tasas de supervivencia, ya que, en sus fases iniciales, este cáncer es tratable y curable en la mayoría de los casos.
Resulta fundamental la importancia de los controles periódicos como medida de prevención, especialmente cuando los hombres se encuentran sobre todo entre los 40 y los 50 años, pero también la evolución en las técnicas de detección y tratamiento ha mejorado las expectativas de los pacientes que luchan contra este tipo de tumor.
Los controles periódicos, muy necesarios
En la actualidad, la mayoría de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en estadios localizados De ahí la importancia de someterse con regularidad a revisiones que permitan diagnosticar la enfermedad en sus primeras etapas.
Los especialistas en urología subrayan que para asegurar un diagnóstico temprano es necesario que los hombres se realicen exámenes preventivos sobre todo a partir de los 40-50 años, o incluso antes, si existen antecedentes familiares de la enfermedad.
¿En qué consisten los controles?
“Gracias al diagnóstico precoz hemos conseguido diagnosticar más del 90% de cánceres de próstata localizados en fases iniciales y, por tanto, absolutamente curables”, destaca el doctor Salvador Esquena, Jefe de Urología del Hospital Universitari General de Catalunya.
Estos controles incluyen una visita al urólogo, quien, de ser necesario, realizará un tacto rectal y un análisis de sangre para detectar el antígeno prostático específico. A partir de estos resultados, se llevarán a cabo exploraciones adicionales en caso de sospecha de cáncer de próstata.
¿Es posible prevenir el cáncer de próstata?
La medicina especializada ha estudiado si existen factores relacionados con el cáncer de próstata, pero hasta el momento no se ha encontrado evidencia clara que permita definir factores de riesgo.
Este tipo de cáncer suele ser asintomático hasta sus etapas avanzadas, ya que los tumores suelen desarrollarse en la parte periférica de la próstata, lejos del conducto urinario. La clave reside en los exámenes de control, ya que no hay medidas específicas que un hombre pueda tomar para prevenir la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata?
“No existen síntomas guía que indiquen la presencia de este tipo de cáncer. El diagnóstico precoz se erige como la estrategia más efectiva para garantizar una curación con mínimos efectos secundarios”, recalca el urólogo.
“El diagnóstico del cáncer de próstata se sospecha inicialmente a través de un análisis de sangre que determina la presencia del antígeno prostático específico (PSA). En caso de valores alterados, se realizará un tacto rectal y, posteriormente, se procederá a una resonancia magnética paramétrica de próstata para identificar zonas sospechosas que requieran biopsias”, explica la doctora Ana Celma, de Hospital Universitari Dexeus.
La especialista destaca la evolución en la detección del PSA desde los años 90, señalando que, en la actualidad, sólo alrededor del 4% de los cánceres de próstata se diagnostican en estadios metastáticos. “También existen cada vez más marcadores genéticos que nos pueden ayudar a predecir la presencia o agresividad de estos tumores”, añade.
¿Cómo se trata el cáncer de próstata?
El tratamiento del cáncer de próstata varía según la etapa de la enfermedad. La prostatectomía radical, que consiste en extirpar toda la próstata, se presenta como la opción más efectiva, especialmente en pacientes hasta aproximadamente los 75 años. La incorporación de la cirugía robótica permite tener unos óptimos resultados oncológicos con mejores resultados funcionales.
“Existen otras modalidades de tratamiento, como la vigilancia activa en tumores poco agresivos y bien localizados, de manera que podemos obviar o retrasar los efectos secundarios de los tratamientos con intención curativa sin perder ventana terapéutica”, explica la especialista del Hospital Universitari Dexeus.
La terapia focal en los últimos años está tomando relevancia. Se centra en tratar únicamente la lesión identificada por resonancia y biopsia lo cual permite un control de la enfermedad con menores efectos secundarios que las terapias radicales. “En el caso de tumores más avanzados y metastáticos el tratamiento comprende tratamiento hormonal y/o quimioterapia, en función de la extensión de cada caso”.
“En la actualidad disponemos cada vez de más herramientas para realizar un diagnóstico preciso y dirigirnos a una medicina personalizada ofreciendo las terapéuticas más adecuadas a cada uno de nuestros pacientes”, concluye la especialista.