La cirugía laparoscópica con rayos infrarrojos, también conocida como bypass metabólico con rayos infrarrojos, es una técnica revolucionaria en Europa en la lucha contra la diabetes y la obesidad. Se trata de un procedimiento que, además de permitir a los pacientes perder el exceso de peso, también ofrece una cura potencial para la diabetes, deteniendo el deterioro del páncreas y sus devastadoras consecuencias.
La diabetes es conocida como ‘el asesino silencioso’ debido a que es una enfermedad microvascular. Este término hace referencia a que ataca los microvasos en diferentes partes del cuerpo: la retina, lo que puede llevar a la ceguera; los riñones, causando la necesidad de diálisis; y las extremidades más distales, a menudo resultando en la amputación de dedos o piernas, entre otros. En síntesis, la diabetes causa un deterioro gradual y afecta al corazón, aumentando el riesgo de infartos de miocardio al obstruir los vasos sanguíneos.
¿En qué consiste?
Recientemente, se ha asentado una nueva técnica, la cirugía por laparoscopia con rayos infrarrojos que permite observar el interior de la zona a operar sin realizar una incisión demasiado aparatosa. Este método garantiza excelentes resultados en pacientes con diabetes o con obesidad mórbida.
En España, el equipo liderado por el doctor Carlos Ballesta, cirujano bariátrico de Centro Médico Teknon, realizó por primera vez la cirugía de la diabetes hace poco más de una década. Ballesta, que también es director del Centro Laparoscópico que lleva su nombre, explica que “los rayos infrarrojos proporcionan una visión óptima de la vascularización del estómago, lo que aumenta la seguridad del procedimiento”. “Este avance tecnológico permite una evaluación precisa del flujo sanguíneo en los tejidos, un factor crucial para el éxito de la cirugía”, añade el cirujano.
Visualiza el trayecto de los vasos sanguíneos
Los bypass implican alteraciones en la anatomía interna que requieren ‘empalmes’, conocidas como anastomosis, una técnica que implica unir dos tejidos para garantizar su firmeza durante la cicatrización.
Este proceso depende de tres factores, según el doctor Ballesta. “En primer lugar, es crucial que el paciente esté bien nutrido, con suficientes proteínas. En segundo lugar, la habilidad del especialista para llevar a cabo la técnica correctamente es fundamental. Y en tercer lugar, y quizás lo más importante, es la adecuada vascularización del tejido, asegurando un flujo sanguíneo adecuado hacia los microvasos, como explica el doctor Ballesta.
El gran avance de este procedimiento radica en la capacidad del especialista para evaluar la presencia de microvasos y la eficacia del flujo sanguíneo. Mientras que en la cirugía convencional por laparoscopia, se limita a lo que puede ver el ojo humano, mediante el uso de rayos infrarrojos y láser, es posible visualizar hasta las arterias y venas más pequeñas para determinar hasta dónde llega y como se encuentra el flujo sanguíneo.
Mejora la seguridad y los resultados
La fluorescencia, la capacidad de una sustancia para absorber y emitir energía en diferentes longitudes de onda, se ha integrado con éxito en las torres de laparoscopia y los procesadores de vídeo, permitiendo un control preciso y una mayor eficacia en las intervenciones quirúrgicas.
En este sentido, el especialista destaca el papel fundamental del verde de indocianina, un colorante utilizado en medicina durante años, en combinación con los rayos infrarrojos. Esta sustancia, junto con las tecnologías de rayos infrarrojos hacen visible la vascularización de los tejidos durante la cirugía, mejorando significativamente la seguridad y los resultados para los pacientes.
Una solución futura contra la diabetes
El bypass metabólico aporta una seguridad que, hasta ahora, los expertos no tenían. "Es un avance tecnológico muy importante. Somos pioneros y vamos a serlo aún más. Va a ser el futuro, dentro de 10 o 15 años, todo el mundo tendrá que aplicarlo", sostiene el doctor Ballesta.
El bypass metabólico no sólo ofrece una solución efectiva para la obesidad y la diabetes tipo 2, sino que también se vislumbra como una esperanza de investigación para los pacientes con diabetes tipo 1 (Diabetes LADA, Diabetes autoinmune latante en el adulto) en el futuro. Aunque actualmente la diabetes tipo 1 no se cura con este procedimiento, el doctor Ballesta sugiere que la investigación del musculo como tejido metabólicamente activo, y la modificación de células grasas transformándolas en células beta podría conducir a una cura en los próximos años.
En el caso de los pacientes que tienen diabetes tipo 1, el cirujano asegura que, a día de hoy, no se cura con la operación laparoscópica con rayos infrarrojos: "Estamos investigando la modificación de las células de grasa mediante cultivo para transformarlas en células beta, que son las que producen la insulina y las que hacen que funcione el páncreas. Por eso digo que, actualmente, la diabetes tipo 1 no se cura, pero no hay que perder la esperanza porque se curará dentro de unos años", concluye.
Postoperatorio cómodo
Respecto al postoperatorio del bypass metabólico, el cirujano bariátrico asegura que es sencillo, ya que el paciente se va a casa a las 48 horas de la operación con medicación sencilla como para un dolor de cabeza o un resfriado. A los siete días le retiran los puntos de las pequeñas incisiones (5 mm y 10 mm) y, pasadas dos semanas, está comiendo con normalidad.