Es cierto que la primavera es una época del año caracterizada por fenómenos tormentosos, variabilidad atmosférica, amplitud térmica y gran incertidumbre e inestabilidad meteorológicas. No obstante, durante la próxima semana y coincidiendo con Sant Jordi, tendremos la sensación de volver de nuevo al invierno en Barcelona, con temperaturas notablemente más bajas de lo normal para esta época, y con precipitaciones que serán en forma de nieve en cotas inusualmente bajas.
La culpable, una DANA retrógrada
La tradicionalmente conocida como “gota fría”, y técnicamente denominada hoy en día como DANA (Depresión Aislada de Niveles Altos), es un pequeño sistema borrascoso que se encuentra apartado y solitario en medio de altas presiones.
Al encontrarnos en el hemisferio norte y por encima del cinturón ecuatorial, todas las borrascas y sistemas atmosféricos circulan, en condiciones normales, de oeste a este, es decir, de izquierda a derecha del mapa.
La DANA que afectará a partir del lunes, 22 de abril, a la capital catalana se formará a partir del descuelgue de un embolsamiento de aire frío que se situará en centro-Europa, recorriendo parte del Mediterráneo y favoreciendo, en su paso por el mar, al gradiente de humedad necesario para el aumento de la probabilidad de precipitaciones.
Pero, si hemos dicho que cualquier sistema de bajas presiones circula de oeste a este, ¿cómo es posible que esta DANA se mueva en dirección contraria? He aquí la llamada “retrógrada”, un movimiento de la DANA antagónico al habitual.
¿A qué se debe este fenómeno?
Una situación de retrógrada generalmente se produce cuando el anticiclón más próximo a nosotros, que suele situarse en las Azores, a una latitud similar a la peninsular, asciende hasta llegar a Islandia o incluso Groenlandia, generando que el sistema de altas presiones forme una figura en Omega, bloqueando el paso de borrascas por el Atlántico, y empujando el frío procedente del polo norte hacia Europa.
Asimismo, si la parte más al norte de dicho anticiclón se ensancha y ocupa, como es el caso, las islas británicas y parte de la península escandinava, este transporta el frío hacia latitudes más bajas. Es entonces cuando, gracias a la rotación en dirección a las agujas de anticiclón, se genera un movimiento retrógrado de la masa fría y se favorece el descuelgue de DANAs como la que afectará a Barcelona la próxima semana.