Ubicada entre el parque de las Cascades y el parque del Port Olímpic, en el distrito de Sant Martí, se encuentra la plaza de los Voluntaris Olímpics, un homenaje urbano a los más de 30.000 voluntarios que colaboraron para hacer posible el sueño de una Barcelona Olímpica en 1992. En este icónico rincón de Barcelona, se instaló en 1997, Marc.
Ahí, apostado, a los pies de la Torre Mapfre, al inicio del paseo que forman los mástiles de las banderas de los 169 países que compitieron en los JJOO de 1992, Marc no deja indiferente: cuatro metros de altura, torso desnudo y pantalón corto, cuerpo de bronce multicolor. De estilo figurativo y un toque de expresionismo, esta obra del escultor catalán Robert Llimós representa la universalidad y la diversidad cultural. Sus colores vivos transmiten energía, alegría y vitalidad, y el enorme marco que sostiene entre las manos y en el que queda encuadrado, simboliza el arte, la cultura y la capacidad humana de crear y dar forma al mundo.
Pero Marc no es único. Llimós creó el primer ejemplar de esta figura, a la que llamó Threshold -que significa umbral-, para los Juegos Olímpicos de 1996 de Atlanta (EE. UU.). El colorido era una manera de representar un personaje multiétnico y multicultural que reflejara la unión de todas las culturas en una ciudad como capital del Condado de Fulton. Aunque el autor, también explicó en alguna entrevista que la sobreexposición de pinceladas reflejaban las líneas de colores que se forman en el universo.
La intención del artista era colocar una escultura gemela en Barcelona ese mismo año, pero la inesperada muerte de su hijo en un accidente de coche, pospuso la inauguración hasta el año siguiente cuando se instaló en su ubicación con el nombre de Marc, en homenaje al fallecido, tal como puede leerse en el pie de mármol sobre el que se alza: "Al meu fill Marc Limós i Torres".
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