Así es el hotel de Barcelona que amaba Dalí y rechazó tener un fresco del artista: "No les pareció oportuno"

El hotel Palace de Barcelona, anteriormente conocido como Ritz, es un icónico establecimiento que ha sido testigo de la historia y ha acogido a algunas de las personalidades más destacadas del mundo. Con una historia que abarca un siglo de elegancia y distinción, este hotel ha dejado una huella imborrable en la ciudad.

Una de las anécdotas más fascinantes relacionadas con el hotel Palace es la vinculación con el célebre artista Salvador Dalí. En una época en la que Dalí aún no gozaba del reconocimiento internacional que más tarde alcanzaría, el hotel tuvo la oportunidad de adquirir una obra original del artista para decorar uno de sus salones. Sin embargo, la dirección en aquel entonces, en un acto de desdén hacia el incipiente talento del pintor, rechazó la propuesta. Esta decisión, tomada en un momento en el que Dalí aún no había alcanzado la fama que lo caracteriza hoy en día, es ahora lamentada por quienes conocen la historia.

El legado de Dalí en Barcelona

La suite 108 del hotel Palace, conocida como la suite de Dalí, es un testimonio de la relación entre el artista y el hotel. Este espacio se ha convertido en un lugar de culto para los admiradores de Dalí, quienes buscan conectar con la esencia y el legado del genio surrealista durante su estancia en Barcelona.

A pesar de la oportunidad perdida de albergar una obra original de Dalí, el hotel Palace sigue siendo un lugar de referencia en la ciudad, atrayendo a visitantes de todo el mundo en busca de lujo, elegancia y servicio excepcional. Con su centenario celebrado este año, el hotel continúa siendo un símbolo de prestigio y distinción, manteniendo su posición como uno de los destinos más exclusivos de Barcelona.

Un hotel con un siglo de historia

La historia de este hotel está entrelazada con la de la ciudad misma, siendo testigo de sus transformaciones y evoluciones a lo largo del tiempo. Desde su inauguración hace un siglo, el hotel Palace ha sido un punto de encuentro para la alta sociedad, artistas, políticos y celebridades, dejando una marca indeleble en la memoria colectiva de Barcelona.