Guen Kelsang Lochani maestra de budismo kadampa en Barcelona

Guen Kelsang Lochani maestra de budismo kadampa en Barcelona

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Abre el segundo centro de budismo kadampa en Barcelona, un 'templo' para la sanación y la paz mental

La líder espiritual de la comunidad en Barcelona, Guen Kelsang Lochani, explica en una entrevista con Metrópoli que en la meditación se encuentra la clave para alcanzar la paz interior y la felicidad

18 mayo, 2024 23:30

La espiritualidad es algo inherente al ser humano. El hombre ha buscado a lo largo de su historia la respuesta a las preguntas mirando al cielo. A su vez, esas creencias son lo que rige la vida de muchos de los creyentes, pero también pueden ser una herramienta para alcanzar la felicidad.

Esto último es lo que defiende Guen Kelsang Lochani, monja budista y líder espiritual del budismo kadampa en Barcelona, cuya comunidad se ha ampliado de forma casi accidental hasta abrir su segundo centro en la capital catalana. Es casi accidental, explica en una entrevista a Metrópoli, porque la intención era un traslado de su local ubicado en la calle de Girona (Eixample) a un nuevo establecimiento en Les Corts. Sin embargo, "han sido los estudiantes (de esta rama del budismo adaptada en forma y comunicación para la sociedad occidental) quienes han pedido que se mantengan abiertos los dos centros".

Paz mental

"Al ser un proyecto totalmente altruista (de hecho, se mantiene gracias al trabajo de voluntarios) no tenemos una mentalidad de expansión, sino que lo que nos mueve es poder poner la herramienta de la meditación a disposición de las personas, ya que a nosotros nos ha transformado la vida", explica.

Todo el que quiera puede acceder a uno de estos locales si está interesado y, pese a las prácticas y su vinculación con la religión de origen indio, ello no implica abandonar religiones como el cristianismo. Se trata de un espacio para aprender a meditar, a usar una herramienta que sirve "para alcanzar la paz mental" en "una sociedad en la que cada vez hay más conflictos y confrontación entre las personas", precisa.

Guen Kelsang Lochani, maestra de budismo kadampa en Barcelona

Guen Kelsang Lochani, maestra de budismo kadampa en Barcelona GALA ESPÍN Barcelona

Es, también, una forma de "alcanzar la felicidad y la plenitud", un estado que pasa por "desprenderse de los tres grandes venenos de la mente: el egoísmo, el apego y el odio". En conjunto, lo que se enseña es un modo de vida, una "gestión de la mente" que ayuda a las personas enfrentar cuestiones que van "desde las malas noticias" hasta cuestiones tan sensibles como "la pérdida, la vejez y la muerte".

"Ansiedad, la verdadera pandemia"

La comunidad de practicantes --tanto del budismo kadampa como de la meditación--, se encuentra en constante crecimiento tanto en la capital catalana como en Catalunya y en España. Se calcula que en todo el país hay unos 300.000 practicantes de esta religión, explica la asociación de meditación kadampa en un comunicado.

En los dos centros de la ciudad se llevan a cabo varios cursos, que van desde la media hora de duración --a modo de iniciación-- gratuitos y otros, más largos, en los que sí se pide una colaboración asequible para todos los bolsillos. Todas las enseñanzas encaminadas a "alcanzar un bienestar, a poner las cosas en su lugar, a encontrar una satisfacción sin dependencias y (...) deshacerse de la ansiedad, la verdadera pandemia de nuestro tiempo", considera.

El interés y asistir a los cursos, sin embargo, es solo un primer paso de un camino a recorrer. Los centros de Barcelona, así como las clases impartidas en locales cedidos que hay por toda Catalunya, son el preludio para, aquel que lo desea, hacer pequeños retiros de fin de semana en comunidad al templo ubicado en Sant Salvador de Guardiola, a las faldas de la sierra de Montserrat.

Un retiro de meditación al aire libre

Un retiro de meditación al aire libre Meditarabcn.org

La misma asociación organiza sesiones, además de sus dos centros de Barcelona, en otras ciudades como Tarragona, Lleida, Manresa, Igualada, Sant Cugat, Sant Celoni y otras nueve localidades catalanas. También organizan cursos a petición de ayuntamientos como el de Monistrol de Montserrat, de empresas u otras entidades. "Hay gente que hasta nos enseña la receta del médico, que les ha mandado meditar", comenta.

"Estas clases no son para hacerse budista --si no se quiere--, todo el mundo es bienvenido, solo buscamos impartir una sabiduría que sirve para estar mejor con uno mismo, con el entorno y contribuir a un mundo mejor y que lo único que se pide a cambio es un poco de paciencia y perseverancia (para aprender las técnicas). Todo el mundo puede meditar, incluso aquellos que creen que no pueden. La mente occidental, tan cargada de tribulaciones, a veces cree que es imposible, pero todos tenemos esa puerta en nuestro interior que da a la paz interior, nuestro verdadero refugio", concluye.